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Momento en el que se produjo una de las detenciones de la Operación Novillo. Policía Nacional
La hermana de las menores vendidas justifica su acción por ser una tradición rumana

La hermana de las menores vendidas justifica su acción por ser una tradición rumana

La acusada asegura que no cobró porque «no eran vírgenes», ya que habían sido violadas por el «monstruo» de su padre

El Norte

Valladolid

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Lunes, 5 de marzo 2018, 13:48

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La mujer acusada de haber vendido a sus hermanas por 10.000 euros cada una para concertar matrimonio con sendos clanes familiares en Morales de Toro (Zamora) y Pozaldez defiende que esta práctica es una «tradición» en su país de origen, Rumania, pero que solo se pide «algo de dinero» cuando la joven es virgen. En declaraciones recogidas por La Sexta, esta mujer, que en principio habría quedado en libertad vigilada tras pasar el viernes a disposición judicial, asegura que tanto ella como su marido (acusado de participar en la venta de las dos jóvenes) no recibieron dinero a cambio de entregarlas a sendos clanes porque las dos jóvenes, de origen rumano y de 16 y 17 años, habían sido violadas por el «monstruo» de su padre», matiza ante las cámaras de televisión.

Fue el pasado martes, 27 de febrero, cuando una operación policial denominada Novillo se puso en marcha en las poblaciones de Morales de Toro y Pozaldez para liberar a las dos menores de edad, que se encontraban retenidas por sendos clanes familiares que las habrían adquirido tras pagar 10.000 euros por cada una. La operación, dirigida por el Cuerpo Nacional de Policía de Madrid en colaboración con el de Zamora y Valladolid, se saldaba con la detención de siete personas presuntamente implicadas en la venta de las dos menores, de las cuales seis podrían haber quedado ya en libertad. Según explicaron ayer fuentes de la investigación, solo existe constancia de que se haya ordenado el ingreso en prisión de uno de los acusados.

Las jóvenes llegaron a Morales de Toro en busca de refugio con su hermana mayor tras huir de su vivienda familiar, donde sufrían presuntos abusos sexuales por parte de su padre. La hermana y su marido están acusados de negociar la venta de las jóvenes a otros clanes, uno de ellos en la localidad de Morales de Toro y otro en Pozaldez.

Tras su liberación por parte de los agentes de la Policía Nacional, la menor de las hermanas, de 16 años, aseguró además haber sido víctima de abusos sexuales por parte del marido de su hermana. Mientras que la mayor, que se encontraba con un clan en Morales, estaba enferma y sin recibir atención médica, pues, según informó la Policía, la matriarca no lo veía necesario. Al respecto, la hermana mayor acusada de haberlas vendido aseguró en televisión que sabía que a la joven le dolía la pierna, pero que pensó que «como está embarazada, sería ese el motivo».

Los vecinos de Pozaldez (unos 500 empadronados) y de Morales (cerca de un millar de habitantes) no salen de su asombro tras conocer que sendas familias asentadas en sus respectivos municipios se han visto implicados en una historia que ha estremecido a las provincias de Valladolid y de Zamora. En Pozaldez, según aseguró ayer su teniente de alcalde, Alfonso Hernández, la situación se encuentra «tranquila», aunque «sorprendidos» con todo lo ocurrido. «La vivienda donde ocurrió el registro está cerrada y no se ve a nadie», señaló al respecto.

El alcalde de Morales de Toro, Luis Segovia, aseguró que la mujer acusada de vender a sus hermanas y su marido residen en la localidad desde hace «unos cuatro años» y que nunca habían protagonizado ningún conflicto. «Como es lógico, en el pueblo se ha tomado mal, porque una cosa es que se casen jóvenes y otra que las vendan para casarlas».

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