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Guillem Anglada-Escudé, en la Plaza de España de Valladolid.
«Los humanos somos como un virus o una plaga»

«Los humanos somos como un virus o una plaga»

El astrónomo Guillem Anglada-Escudé interviene en TEDxValladolid para hablar sobre la vida en otros planetas y la posibilidad de comunicarse con ella

Antonio G. Encinas

Valladolid

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Sábado, 23 de septiembre 2017, 09:28

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Guillem Anglada-Escudé es uno de los protagonistas de la sexta edición de TEDxValladolid. También fue uno de los diez científicos más relevantes de 2016 para Nature. El motivo fue el descubrimiento de un planeta, "Proxima b", situado en la órbita de la estrella Proxima Centauri, que podría resultar habitable. (Artículo original: A terrestrial planet candidate in a temperate orbit around Proxima Centauri). En el punto rojo de TEDxValladolid hablará, claro, de los astros, pero su idea irá más allá.

–El lema es Voces y Conversaciones, ¿cómo encaja esto con la astronomía?

–Pues Belén Viloria me explicó que el tema era ese pero la charla al final va inspirada en el descubrimiento de los planetas cercanos al sistema solar y de lo que es ciencia y lo que es filosofía. Las cuestiones filosóficas. ¿Estamos solos? ¿Hay vida más allá del sistema solar? Y cómo esas preguntas se traducen en cuestiones científicas y la pregunta cambia cada vez que encontramos algo nuevo y regresa otra vez al campo de la filosofía y vuelve a cambiar y a evolucionar. Vivimos en un momento histórico en el que estamos aprendiendo un montón y la pregunta está cambiando. Que nos demos cuenta de que el hecho de encontrar un planeta cercano al sistema solar cambia esa pregunta.

–Hay más conocimiento más rápido que nunca, a mayor velocidad y eso rompe esquemas.

–Y en esta pregunta en particular, si estamos solos en el Universo... Pasar de creer que la Tierra era plana a saber que era una esfera fue un conocimiento que tardó miles de años en darse. Después otros trescientos años en darnos cuenta de que las estrellas eran otros soles y que por lo tanto había otros mundos. Hace 20 años encontramos que había mundos, en los últimos 10 que había planetas parecidos al nuestro y en los últimos 3 ó 4 años, que casi todas esas estrellas tienen estos planetas. Los cambios están siendo mucho más rápidos porque somos mucha más gente y la tecnología potencia la velocidad a la que ese conocimiento se está generando. Cuesta digerirlo, darse cuenta de estas cosas.

–De hecho el otro día en la Universidad de Valladolid se hablaba, en la presentación de otro evento, Naukas, de que la divulgación científica es cada vez más necesaria para combatir falsas creencias que se expanden, como la del ‘youtuber’ que dice, con vídeos y montajes, que la Tierra es plana y cuenta con miles y miles de visitas.

–Estamos volviendo a cosas muy fundamentales, como si la Tierra es plana o no. No se dan cuenta de que la civilización tal y como la entendemos se basa en que estas cosas fueron solucionadas hace miles de años. Si quieres consturir un imperio, para hacer los mapas tienes que saber que la Tierra no es plana, si no los mapas no te van a salir bien. Es tan sencillo como plantar un palo en el Ecuador y ver que la sombra que proyecta es más corta que si lo clavas en Alemania o en Islandia. No hace falta realizar ecuaciones diferenciales de segundo orden para ver esas cosas. Esta gente tiende a formar parte de teorías conspiratorias, algo de extrema derecha mezclado con paranoia. Es un problema, pero hay que darse cuenta de que somos miles de millones de seres humanos y que aunque haya unos cuantos que tienen ideas peculiares, peregrinas, somos muchos más los que no lo creemos. Hay cosas que dan un poco más de miedo, como Trump y compañía.

Portada de la revista Nature en la que se presentaba el artículo sobre el descubrimiento de Próxima b.
Portada de la revista Nature en la que se presentaba el artículo sobre el descubrimiento de Próxima b.

–Gente con poder y con discursos que afectan mucho más, como negar el cambio climático.

–Es lo más preocupante del asunto, aunque es parte de las fluctuaciones que van ocurriendo, siempre hay un efecto péndulo alrededor de las cosas. Hay vías o muy conservadoras o muy atrevidas y a veces hay descubrimientos que parecen la bomba y a lo mejor luego no lo son tanto. En este sentido sí que es muy importante el papel de la comunicación en ciencia. Que se entienda en lo que consiste la ciencia, no es una cuestión de fe sino de cómo proceder para que el conocimiento sea útil. No es cuestión de que la ciencia te dé las verdades, sino de que avances en un conocimiento útil.

«Es muy posible que aunque encontremos vida, nos sintamos muy solos porque no podamos comunicarnos»

guillem anglada-escudé

–Pero con un descubrimiento como el del planeta fuera del sistema solar más cercano al sol que podría ser habitable, seas creyente o no, resulta inevitable cierta angustia vital. Porque pone en entredicho todo lo que conoces o das por seguro.

–También ahí está una de las preguntas que se ha ido reformulando a lo largo del tiempo, que es la paradoja de Fermi. Consiste en que si hay tantos mundos y tantas estrellas y la vida es ubicua, es esperable que haya civilizaciones que avancen en otras estrellas. Haciendo un poco de estadística rápida con otras estrellas que hay en la galaxia deberíamos estar contactando o viendo evidencia de vida continuamente, al ritmo de uno ó dos descubrimientos de civilizaciones extraterrestres por año. Eso no ocurre. La pregunta es por qué. Y se le llama paradoja porque alguna de las hipótesis que hacemos no es cierta o está en contradicción con algo en la naturaleza. Sabemos que hay planetas en todos los sitios y que hay muchos planetas como la Tierra, que de hecho no es un planeta normal. Los planetas normales son más estándares, como el que hemos encontrado, Próxima B, es el tipo de planeta más común en la galaxia. Y si esos planetas resulta que tienen vida, la respuesta a esta paradoja de Fermi puede ser que esas civilizaciones tecnológicas tiendan a no llegar nunca a las estrellas o a no llegar nunca a comunicarse. Porque viven demasiado poco, o porque se cargan su planeta, o por las razones que sean. ¿Estamos solos o no hay nadie que nos escuche? Tal vez hay algo que no estamos entendiendo bien. O esos planetas no son tan parecidos a la Tierra, lo que significa que la Tierra es una cosa muy rara y preciosa que hay que conservar; o bien la vida es ubicua pero la tendencia es que estas civilizaciones se autodestruyan muy rápido, que es un poco hacia donde parece que nosotros vamos también.

–Los hombres tendemos a ver todo desde un punto de vista antropocéntrico, somos el modelo que conocemos y pensamos en que algo habrá, pero pueden ser civilizaciones que no tengan nada que ver en cuanto a su comportamiento sociológico, por ejemplo.

–Claro, la pregunta de si estamos solos puede tener una respuesta compleja. Porque si hay mucha vida pero no hay forma humana de comunicarnos y entendernos a un nivel muy fundamental... Porque igual viven diez segundos y nosotros cien años, por ejemplo y la comunicación es... O porque hay seres que viven miles de millones de años y operan a una escala de tiempo que no tiene nada que ver con la nuestra. Hay gente que se pregunta si el planeta Tierra en su totalidad se puede considerar como un sistema vivo, consciente de sí mismo. Tal vez sea el caso pero, ¿podemos comunicarnos con nuestro planeta a escala global? ¿Podemos tener una conversación con la Tierra? Igual sí, pero no sabemos cómo hacerlo. De momento nosotros actuamos, cambiamos el planeta, que reacciona de forma compleja, casi como lo haría un ser vivo, con respuestas que no podemos predecir. ¿Hay ahí una conciencia, dentro de la biosfera terrestre? Todas esas preguntas, el tipo de vida que vayamos a encontrar... Es posible que aunque encontremos esa vida y sea muy compleja, quizá nos encontremos muy solos porque no podamos comunicarnos.

–Como habitante de la Tierra, cuando está analizando que quizá haya civilizaciones que se autodestruyen en poco tiempo –hablando en términos astronómicos–, resultará inevitable pensar si nosotros seremos una de esas civilizaciones autodestructivas.

–Inteligentes somos. A nivel individual todo el mundo es capaz de realizar pensamientos complejos.Pero como comunidad, como masa humana, nos comportamos bastante como un virus o una plaga. Es como el moho cuando crece en una roca. Si lo miras desde fuera verás un planeta que era verde y empiezan a salir cositas de un color gris o marrón. Y empieza a contaminarse. Y es un poco lo mismo. Desde la perspectiva cósmica no somos más que moho en una pequeña roca en la inmensidad del Universo.

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