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Manuel de la Calva y Ramón Arcusa, integrantes de Dúo Dinámico Ignacio Pérez
Dúo Dinámico: «Valladolid ha sido siempre emblemática en nuestra carrera artística»

Dúo Dinámico: «Valladolid ha sido siempre emblemática en nuestra carrera artística»

El veterano grupo vuelve una vez más a Valladolid el día 4 de septiembre en la Plaza Mayor

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Lunes, 4 de septiembre 2017, 13:26

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-¿Qué les supone tocar en Las Fiestas de Valladolid ante una más que previsible asistencia masiva de público?

Manolo: Valladolid ha sido siempre un lugar emblemático y carismático en nuestra carrera artística y desde nuestros comienzos nos han acogido con respeto y cariño.

-En 2016, llenasteis el Auditorio Miguel Delibes, en 2017 tocáis en la Plaza Mayor ¿qué respuesta esperan de los vallisoletanos?

Ramón: Pues con la misma que la que tuvimos en el Auditorio estaríamos más que satisfechos. Garantizamos que los que vengan, aguantarán estoicamente y con alegría la más de hora y media que estaremos cantando y recordando trozos de nuestra carrera.

-¿Se acuerdan de su primer actuación en la capital del Pisuerga?

M: ¡Uf…! Sería en los años sesenta… hemos estado tantas veces... Sí recordamos que, en nuestras estancias en Valladolid, íbamos a bañarnos a una piscina que estaba muy cerca del río. A ligar bronce más que nada, que era una obsesión entonces y que nos copió Julio Iglesias (risas).

-¿Qué concierto recuerdan con más cariño en Valladolid?

R: Conciertos… pues no sé, no sabría decirte, siempre fueron bien, pero recordamos con gran cariño las comidas en Suazo, creo que ya desaparecido. El buen yantar es marca de Valladolid, y nos apuntaremos una vez más.

-Convocan a casi todo tipo de público y de diferentes generaciones, como se pudo ver en el 'Sonorama Ribera', ¿qué les dan para tener al público encantando?

M: Les damos nuestras mejores canciones, bien presentadas, con músicos excelentes y un sonido de lo mejor. Para el público de generaciones anteriores son canciones que significaron momentos felices en sus vidas; para los más jóvenes, para los que no somos su grupo favorito, les damos la oportunidad de que nos conozcan y vean la manera de cómo se presentaba un show que tenía como fórmula entretener y hacer feliz al público.

-¿Cual es vuestra creación a la que tienen más cariño?

R: No vamos a usar eso de que para los padres todos sus hijos son iguales, pero si hemos de atender al gusto del público ­–que raramente se equivoca–, ‘Quince años tiene mi amor’ o ‘Perdóname’, ‘Quisiera ser’, son punteras. Y ‘Resistiré’, que se ha convertido en un himno.

-Un grupo con vuestra trayectoria ha podido ver todos los cambios que ha habido en España, ¿cómo veis la situación a través del tiempo?

M: Hay grupos ‘indie’ que tienen un sonido espléndido y que son los que aglutinan al público más joven actualmente. Ellos serán, sin ninguna duda los grupos de éxito del futuro pues tienen sus seguidores. Lo importante es, como siempre, tener repertorio propio y buenas canciones, el resto es fácil.

-Vuestras canciones suenan en las verbenas de verano de Norte a Sur en toda la Península, ¿qué opináis de las orquestas de pueblos y los grupos tributos?

R: Creo que dedicarse a la música y poder vivir o “casi vivir de ella” es ya un privilegio, por lo tanto, mi opinión sobre esta pregunta es, que están haciendo lo que les gusta y que ojalá tengan posibilidades de afianzar su carrera musical, siguiendo por ese camino.

M: Decir de paso, que nos encanta que nuestras canciones sigan sonando, cuando algunas las compusimos hace más de 50 años…

- ¿Es difícil pasar de un sistema de venta de discos al que propone Internet, donde casi todo es gratis?

M: Los tiempos cambian, y las modas y las formas también, y hay que asumirlo. Lo estamos viendo en todos los aspectos. La música no morirá, pero ahora se premia una canción, no álbumes completos. En Internet, si quieres comprar algo, por ejemplo en Amazon, tienes que pagarlo. El bajarse música gratis de dominios piratas, es un robo, un delito. La sociedad, y la juventud en particular, ha sido laxa –quizá de forma interesada, también los partidos políticos– en no criticar suficiente esa lacra. Nadie debe robar el trabajo de otro ¿no? Pues en la música ocurre.

R: Es curioso que en Internet se bajen gratis, de forma ilegal, aquello que más goce puede producir a la sociedad, al usuario: películas, series, música, software. ¿No es doblemente injusto privar a los creadores de felicidad de un justo pago por su trabajo?

-¿Son usuarios de Spotify o plataformas de música online gratuitas?

M: Sí, de Spotify y de iTunes, pero son de pago, y completamente legales. De hecho, tenemos nuestras listas de canciones que escuchamos en los largos viajes en coche de nuestras giras. Si gratuito te refieres a YouTube, pues sí. También subimos a esa plataforma canciones nuestras. Y las han subido a millares otras personas. YouTube –y Google­–, deben mejorar la gestión y el pago de derechos que ellos aprovechan para insertar publicidad, de la que no se aprovecha el artista o autor. Todo se andará.

-¿Qué les queda por hacer en este mundo después de tantos años?

R: En el mundo de la música nada se da por hecho, nada es gratis. El público acude a tus conciertos si obtiene lo que esperan de ti. Para conseguirlo hay que trabajar constantemente y perfeccionar lo que vas a ofrecer a la gente en cada concierto: no te puedes relajar pues ello supone el éxito o el fracaso, y las noticias llegan de forma inmediata a través de los medios a todo el país.

-Como pioneros del pop y el fenómeno fan, ¿qué piensan del estado actual de la música?

M: Como en todo, la hay buena y menos buena. Creemos de forma radical que la buena música es la que llega a ser popular, y merece nuestro respeto. Fíjate en Despacito, por ejemplo, el agujero que ha hecho este verano. Una canción muy bien construida, bien grabada, y con encanto. Hay mucho donde elegir, grandes cantantes, aunque algunos tienen complejo de cantautores –al viejo estilo–, y se lían a la hora de componer, dando más prioridad a las letras –larguísimas en gran medida– en detrimento de la música y sus espacios. Sabina sería la excepción: muy buenas letras, con una música acorde, de ahí su éxito. Y somos muy fans de la música americana, que sigue estando ahí.

-¿Y del fenómeno fan?

R: Fuimos precursores, sin pretenderlo, todo hay que decirlo, del fenómeno fan en España; y lo fuimos porque rompimos con la rutina de los cantantes de aquel tiempo: su manera de presentarse en público con smoking o trajes oscuros o su manera de cantar (en general baladas y boleros); y lo nuestro eran canciones pop de aquel tiempo, con referentes de EEUU como los Everly Brothers, Chuck Berry o Paul Anka, y salíamos vestidos con pantalones blancos y sweaters rojos o de colores. En fin, lo contrario de lo que había en ese momento.

M: Ahora, por cierto, en este mundo donde domina la T-shirt salimos de negro, siempre vamos a la contra ja, ja­.

-¿Con ustedes se han relajado o todavía tienen que andar con cuidado a la salida de los conciertos?

M: Bueno, no vamos a presumir que la cosa es como era como antes, pero tenemos familias enteras muy fieles que nos vienen a ver a todos nuestros conciertos allá donde vamos. Ya son amigos, que vienen desde Valencia, Barcelona, Madrid. De todas formas, aunque atendemos a nuestras fans probablemente más que ningún otro artista, hay veces que no podemos hacerlo cuando como en Burgos vinieron a vernos casi 15.000 almas, o el otro día en Torrelavega, donde había más de 20.000. No nos podemos quejar. Aunque a veces, a pesar de que no nos guste, tenemos que huir. Como antes más o menos.

-¿Qué anécdotas recuerdan con más cariño?

R: Tenemos miles de anécdotas de aquel tiempo: simplemente salir a una gala (entonces se llamaban galas) por las carreteras que había entonces, ya era una anécdota. Pasar por el centro de un pueblo y encontrarte con una vaca o un caballo en mitad de la calle, era algo normal. No poder salir de Orense por la nieve y debido a ello componer la canción ‘La la la’, en el hotel, pues también es una anécdota curiosa e importante en nuestra carrera artística.

-¿Alguna experiencia traumática en alguna gira?

M: Pues nunca olvidaremos los sendos accidentes de coche que tuvimos en la primera época que casi nos cuestan la vida. Y de los sustos viajando en avión en Sudamérica, donde una vez casi se cae uno en Los Andes, y otro que teníamos que tomar desde Buenos Aires a Caracas cuando el anterior, igual que el que debíamos tomar, con el mismo avión y número de vuelo, se había estrellado... Pero fuimos pragmáticos y viajamos: nunca se habían estrellados dos vuelos iguales seguidos.

R: O en otro terreno, cuando estuvimos sin hablarnos un mes por culpa de una chica y casi se rompe el Dúo… Pero todo ha merecido la pena

-Vuestras canciones son himnos generacionales, en muchos casos, esta canción se trata de 'Resistiré', ¿cómo se sienten al saber que están presentes en la vida y lucha diaria de bastantes personas?

M: Así es y nos complace que así sea. ‘Quince años tiene mi amor’, fue dedicada a nuestras primeras fans, y fue la primera canción talismán que compusimos. ‘Amor de verano’, una historia de amor con la esperanza de continuidad. Y el ‘La la la’, que triunfó en Eurovisión en Londres cantada por Massiel y que tenía como oponente a Cliff Richard, número uno en aquel momento. Y ‘Soy un truhan’, que popularizó Julio Iglesias…

R: Y ‘Resistiré’, que es ya más que un himno, y nos ha dado muchísimas satisfacciones porque sabemos que ha ayudado a muchas personas a salir adelante y a superar los diferentes problemas en su vida y en el día a día.

-Por último, ¿qué mensaje les gustaría transmitir al público de Valladolid que les espera el 4 de septiembre?

M: Que vengan a vernos que lo pasarán en grande, al igual que lo pasaron en nuestras tantas otras actuaciones en Valladolid. Somos positivistas, y nuestras canciones son un remedio infalible contra el tedio y las preocupaciones.

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