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El joven matador valisoletano Pablo Santana.
Pablo Santana: «Va a ser la tarde más decisiva de mi vida»

Pablo Santana: «Va a ser la tarde más decisiva de mi vida»

El joven torero participa este lunes en la corrida de toros del coso del Paseo de Zorrilla

PAGO AGUADO

Lunes, 8 de septiembre 2014, 12:08

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Después de más de cuatro años sin torear en Valladolid, Pablo Santana vuelve hoy a la plaza de su ciudad convertido ya en matador de toros. Y la corrida de esta tarde, en la que torea junto a El Capea y Joselillo, tras la baja de Lugillano, es para él una especie de clavo ardiendo al que debe agarrarse para resolver su futuro más inmediato. Pablo Santana tomó la alternativa hace exactamente once meses, el día 6 del pasado mes de octubre, en la plaza de Mojados y de manos del francés Juan Bautista. Pero, muy a su pesar, no ha vuelto a vestirse de luces antes de llegar al compromiso de esta tarde.

¿No es poco bagaje, una sola corrida de toros, para afrontar una cita tan decisiva?

Está claro que no lo es. No sé si por desgracia o por suerte, esta de Valladolid va a ser la segunda corrida de toros de mi carrera. Este año está siendo muy complicado para todos los toreros. Hay muchos tejemanejes y torear está difícil incluso para compañeros más cuajados que yo. Me gustaría que las cosas se me hubieran dado de otra manera, pero esto es lo que hay.

¿Y se siente preparado?

Lo estoy, lo estoy. En ese sentido, llego tranquilo, porque he toreado mucho en el campo y he entrenado muy bien junto a los profesionales que están a mi lado aportándome y ayudándome. Además, es la fortaleza mental la que hace funcionar a los toreros, y yo llego muy mentalizado a Valladolid.

Después de haber toreado decenas de tardes como novillero por toda la provincia, no tiene que ser plato de buen gusto quedarse sentado en casa de la noche a la mañana

Pero estar parado también nos sirve a los toreros para madurar. Ver cómo pasan los días sin torear, mientras que sí lo hacen otros compañeros, te hace cavilar mucho, entre otras cosas porque tienes todo el tiempo del mundo para pensar. El banquillo, aunque sea duro, también curte, sobre todo cuando no dejas de prepararte con una mentalidad profesional, como es mi caso.

Eso es algo que le ha pasado a muchos toreros que luego fueron grandes figuras.

Y esas son ahora mismo mis referencias. El mismo Enrique Ponce apenas toreó el año de la alternativa y luego rompió en lo que es, un gran maestro del toreo y una figura histórica. Así que no hay que desesperarse ni aburrirse.

Lo que pasa es que en tardes como la de hoy, no queda otra que intentar triunfar como sea.

No hace falta ni decirlo. Esta, en mi tierra además, es para mí una gran oportunidad para dejar claro quién soy y que me merezco estar en los carteles. En las carreras de los toreros siempre hay días clave en los que no valen las excusas ni las medias tintas. Tengo que salir a aprovechar la tarde al máximo, a dar la cara y, si puede ser, con un mínimo de suerte. Pero aún así, por mal que se dieran las cosas, tengo que dejar ver lo que llevo dentro y que estoy preparado para ser torero.

Los taurinos dicen que, en estos casos, da igual cómo salga al toro, que el que tiene que embestir es el torero.

Y así es. Yo soy el que está más obligado a justificarse de ese cartel de vallisoletanos, y no me vale ampararme en que he toreado poco. Todo es cuestión de mentalizarse para aprovechar una oportunidad que me puede abrir algunas puertas que hasta ahora tengo cerradas. Cuando uno no tiene nada, se agarra hasta a un clavo ardiendo.

Haber cumplido ya los 25 años, curiosamente los mismos que su compañero David Luguillano tiene de alternativa, ¿aporta más claridad para saber asumir estas responsabilidades?

Sí, claro. La madurez personal te hace ver las cosas de otra manera, sin fantasías y sin engañarte a ti mismo. Y por eso sé que esta corrida me llega en un momento muy serio y decisivo, y que no puedo dejar escapar la oportunidad. Es la tarde más decisiva de mi vida.

Por último, Pablo: ¿es usted de Valladolid o de Alaejos?

De Valladolid. Y lo quiero aclarar definitivamente, porque esta historia me trae por la calle de la amargura desde que empecé a ser torero. Nací en Valladolid, me he criado en Valladolid, he estudiado en Valladolid y vivo en Valladolid Pero como mi padre es de Alaejos, la gente se empeña en decir que soy de allí, cuando no es verdad. Me encanta Alaejos, pero yo me siento orgulloso de ser torero de Valladolid, de mi ciudad.

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