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Uno de los cautro tapices que se pueden ver en la exposición y que constituyen una joya excepcional. En la vitrina el yelmo de Carlos I

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Uno de los cautro tapices que se pueden ver en la exposición y que constituyen una joya excepcional. En la vitrina el yelmo de Carlos I Fran Jiménez

El emperador Carlos regresa a Tordesillas

El Real Sitio de Santa Clara exhibe en su capilla dorada tapices y piezas de gran valor histórico y artístico del paso de Carlos V por la localidad vallisoletana

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Jueves, 2 de noviembre 2017, 20:23

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Medieval, caballeresco y religioso debido a la crianza recibida durante su periodo en la corte de los Borgoña. Soldado y estadista. Un hombre cosmopolita, con don de lenguas y un hombre del Renacimiento seducido por los mitos clásicos. El Real Sitio de Santa Clara de Tordesillas abrió las puertas de su capilla dorada para acercar al gran público los aspectos más desconocidos de la compleja personalidad de Carlos I (1500-1558) a través de la exposición ‘Memento Regis’ (recuerdo del Rey), muestra conformada por un total de 13 piezas «excepcionales», según las calificó el conservador de Patrimonio Nacional y comisario de la exposición, Álvaro Soler, desde el punto de vista histórico y artístico.

La exposición, que se podrá ver hasta el próximo mes de enero y que está dividida en dos espacios – capilla dorada y templo del Real Monasterio de Santa Clara– ahonda a través de las piezas seleccionadas en las relaciones personales del que fuera duque de Borgoña y rey de Castilla, como el encuentro que tuvo con su madre Juana, el 4 de noviembre de 1517 o los años, los mejores de su vida, que pasó con Isabel de Portugal, reina de España y emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico, que actuó como gobernadora de los reinos españoles durante los viajes por Europa de Carlos I.

Cinco siglos de un viaje histórico

A pesar de que el sábado se cumplen los cinco siglos del histórico viaje de Carlos I, –tardó 47 días en llegar a la Villa de Tratado tras un accidentado desembarco en la ría de Villaviciosa, con la pérdida de casi un centenar de tripulantes y gran parte de todas sus pertenencias personales– Tordesillas adelantó parte de las actividades con la inauguración de esta muestra que pondrá en valor no solo uno de los espacios mejor conservados de la provincia de Valladolid, sino también una de las figuras históricas más relevantes.

La muestra, que podría tener una segunda parada en el monasterio de Yuste (Cáceres), cuenta con piezas procedentes de las Colecciones Reales ubicadas en emblemáticos edificios como la Granja de San Ildefonso, El Escorial o de la Real Biblioteca y Armería del Palacio Real.

En la capilla dorada los visitantes podrán apreciar piezas únicas como la moneda Victoria, elaborada para augurar un feliz reinado a Carlos en 1517, o el estoque pontificio que le entregó el papa Clemente VII con motivo de la coronación papal como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en Bolonia en Bolonia (1830). La medalla celebración de victoria de Mühlberg de Leon Leoni, datada entre 1547-1549, varios facsímil, como el del libro de oraciones de Carlos V, el ceremonial de la coronación del Emperador (el original se encuentra en la biblioteca vaticana) o una copia del retrato de Carlos, realizada por Christoph Amberger, son solo una pequeña parte del material expuesto en este primer capítulo de la exposición. «No es una exposición a gran escala sino pinceladas significativas y simbólicas de Carlos, primero como rey y luego como emperador», aseguró el presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán, quien aseguró que esta muestra «es fruto de la iniciativa del Ayuntamiento de Tordesillas, que insistió en ponerla en marcha, ya que sin duda alguna expresa la mezcla de corrientes culturales que caracterizó a Castilla y al resto de España».

Una joya en forma de tapices

Pero sin duda alguna los elementos principales de esta exposición son los cuatro tapices que se expondrán hasta el próximo año. Los más relevantes son los dos paños de oro que la Reina Juana encargó elaborar al prestigioso tapicero Pieter Van Aelst o Pieter Van Edinghen –tapicero de la cámara de Felipe el Hermoso– que en filos hilos de oro y seda natural esculpió imágenes litúrgicas, eucarísticas y apologéticas de gran complejidad iconográfica.

Dos de estas piezas (son cuatro), más conocidas como la serie Devoción de Nuestra Señora, están ubicadas en los laterales del altar mayor del templo del Monasterio. Patrimonio Nacional también ha seleccionados otras dos . Bajo el nombre de ‘Hércules encadena al Cancerbero’, los visitantes podrán disfrutar de tapiz expuesto de manera habitual en la Real Armería y tejido por Jan Gheteels, Guillaume Dermoyen y Bernard Van Orley. El último de los cuatro tapices se denomina ‘Caída en el camino del Calvario’ elaborado en oro, plata seda y lana se expone de manera habitual en la Granja de San Ildefonso.

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