Desvalijan dos bares en San Cristóbal y embisten a una patrulla de la Policía Municipal

Los hechos se sucedieron a partir de la medianoche, cuando los delincuentes visitaron inicialmente el bar restaurante La Cepa de Cobalto, situado en el número 15 de dicha calle, en el corazón del polígono de San Cristóbal. Allí reventaron la cerradura de la entrada y tuvieron tiempo suficiente de revolver el interior en busca de dinero y de un botín en especie que sus responsables aún estaban valorando a primera hora de la mañana de hoy lunes, cuando el negocio pudo abrir sus puertas con normalidad mientras un cerrajero reparaba aún la puerta.

Los delincuentes consiguieron huir con el botín antes de la llegada de las primeras patrullas de las policías Local y Nacional, presumiblemente en el mismo coche con el que apenas una hora después se presentarían en un segundo bar restaurante, el 4 X 4, situado en el número 16 de la calle Hidrógeno, en la otra punta literalmente del área industrial, al fondo de El Carrascal, la ampliación del polígono de San Cristóbal.

Pero los ladrones, esta vez, dispusieron de mucho menos tiempo para revolver el interior del establecimiento gracias a la cercanía de una patrulla de la Policía Municipal, cuyos agentes estaban recorriendo las calles del área industrial después del robo registrado en la calle Cobalto. Y en esas estaban cuando comenzaron a escuchar el claxon de un coche que sonaba insistentemente en las inmediaciones del bar 4 X 4, así que decidieron acercarse y se encontraron con que el conductor del turismo en cuestión, un Seat Ibiza negro, se dirigió directamente hacia ellos y les embistió con el frontal para conseguir abrirse camino y darse a la fuga.

Los agentes observaron después que había linternas encendidas dentro del citado restaurante y decidieron apostarse en la entrada, mientras esperaban refuerzos, para intentar capturar a los delincuentes, que habían accedido minutos antes al local destrozando literalmente a mazazos la puerta del vallado exterior y dos interiores. «Solo p­udieron llevarse algo de calderilla de los cambios de la caja antes de ser sorprendidos», confirmaron las víctimas.

El caso es que a la salida se toparon con los dos agentes y arremetieron contra ellos portando, en el caso de uno de los ladrones, el mazo de la mano. Unos saltaron la valla y otros fueron directamente a por los ­policías. «Se produjo un forcejero al agarrar a uno de los delincuentes de la cazadora cuando saltaba la valla y otro se tiró encima del agente para evitar su captura», relataron ayer fuentes policiales. Así que ­finalmente lograron escaparse a pie a pesar de que los funcionarios llegaron a realizar, al menos, dos disparos al aire. Unos metros más adelante les esperaba el conductor del Seat negro, su compinche, que regresó a por ellos y que logró huir por la autovía de Segovia.

Ni las alarmas de sendos negocios ni la presencia de los agentes lograron evitar su fuga, aunque fuentes policiales apuntan a que «es cuestión de tiempo que sean identificados y detenidos», ya que los delincuentes actuaron a cara ­descubierta.

La expeditiva forma de actuar de los autores guarda sospechosas similitudes con los centenares de robos perpetrados en los últimos años por las sucesivas versiones de las bandas del mazo –la herramienta que utilizaban sus miembros para reventar las puertas– y la más reciente del BMW, cuyo cabecilla fue detenido de nuevo en marzo y enviado a prisión. El coche utilizado en esta ocasión en los asaltos, eso sí, fue un Seat, un modelo que también usó la banda del BMW en sus alunizajes. La Guardia Civil localizó horas después un coche negro incendiado en Tudela, presumiblemente el mismo.