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El constructor que denunció la extorsión de sus 'cobradores' ratifica que llegó a temer por su vida

En el juicio que se celebra en la Adudiencia se sientan seis acusados

el norte

Jueves, 11 de mayo 2017, 13:34

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El empresario de la construcción Aniceto Javier Ll.P, quien en el verano de 2013 denunció ser víctima de la extorsión de dos individuos a los que previamente había contratado para el cobro de 400.000 euros que le debía un cliente, ha ratificado hoy en la Audiencia de Valladolid que llegó incluso a temer por su vida, de ahí que finalmente optara por poner los hechos en conocimiento de la policía.

El denunciante, durante el largo interrogatorio al que ha sido sometido en la segunda jornada del juicio, ha explicado que en mayo de 2013 entabló contacto con el acusado David G. del C, a quien conocía por motivos de trabajo, y fue éste quien le ofreció sus servicios, junto con los del también encausado Razvan I.G, para ayudarle a cobrar los más de 400.000 euros que le adeudaba un panadero de Santander a quien había realizado un préstamo y ejecutado unas obras en su panadería.

El acuerdo incluía unos pagos a los dos acusados y una comisión por el cobro de la deuda, lo que el empresario fue cumpliendo durante el primer mes, hasta abonar más de 10.000 euros, si bien los problemas comenzaron cuando Aniceto Javier dejó de pagar por problemas económicos y David G. y el rumano Razvan, según ha sostenido el industrial en declaraciones recogidas por Europa Press, pasaron a requerir el dinero por la vía de las amenazas y la continua extorsión.

«Me dijeron que iba a acabar en el maletero de un coche», ha asegurado el constructor, quien ha enumerado los continuos seguimientos a los que desde entonces se vio sometido tanto él como su familia por parte de sus 'cobradores', hasta el punto de que fue obligado a firmar dos contratos en blanco de compraventa por un Mercedes ML 320 y un Citroën C3, el primero de ellos adquirido a un concesionario madrileño aún sin abonar, y el segundo embargado que supuestamente pasaron a manos de los dos denunciados como garantía del pago de sus honorarios.

De entre la supuesta campaña de coacciones a las que se vio sometido, el constructor ha citado por su especial gravedad el episodio sufrido la mañana del día 6 de septiembre de 2013, fecha en la que quedó con David G. en la Plaza de San Nicolás para solucionar el problema y fue retenido ilegalmente dentro de un turismo al que fue obligado a subir y en el que el acusado viajaba en compañía de otra persona que ejercía de 'matón'.

«David me quitó el reloj, me pidió el móvil para borrar todos los whatsapp y durante hora y media me tuvieron dando vueltas por Valladolid, mientras que por detrás nos seguían Razvan y otra persona en otro vehículo», ha recordado Aniceto Javier, a quien el primero de los acusados, como así ha indicado el denunciante, le arrebató una carpeta con documentación antes de dejarle a la puerta de su casa y le pidió un rescate para recuperarla.

Esa misma tarde logró reunir 700 euros que entregó en mano a David para recuperar la documentación, intercambio que se materializó en plena calle en presencia de la propia madre del constructor, pues éste ya no se atrevía a entrevistarse solo con sus 'cobradores' y al final, en el mes de octubre, terminó por denunciar la situación a la policía por miedo a que le pasara algo a él o algún familiar.

El juicio proseguirá este viernes. En el banquillo se sientan, además de David G. del C. y Razvan I.G, a quienes la fiscal del caso solicita inicialmente penas de seis años de prisión por extorsión y detención ilegal, los también procesados David E.C. y Cristóbal M.R, para los que se piden tres años por estafa y falsedad en documento mercantil, así como Andrei C. y Juan N.S, estos últimos expuestos a penas de uno y dos años, respectivamente, por delito de receptación.

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