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Laura Negro
Domingo, 23 de abril 2017, 12:42
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Raquel Ruiz es una joven vallisoletana que hace unos meses ha visto cómo su sueño profesional se hacía realidad. Esta emprendedora ha puesto en marcha, con mucho esfuerzo y apoyo familiar, su Clínica Respira, un centro pionero en la ciudad, de fisioterapia respiratoria, que está especializado en el tratamiento de la patología respiratoria tanto en niños como en adultos. Siempre supo que lo suyo era trabajar en el sector sanitario, por ello, a la hora de elegir sus estudios, se decidió por una diplomatura en nutrición y dietética y en cuanto la terminó, optó por irse a Madrid a completar su formación con fisioterapia, una profesión que ella considera que está en auge. En el último año de carrera, una de sus profesoras le ofreció trabajo en su clínica de fisioterapia respiratoria en Madrid, en la que ha estado trabajando los últimos 10 años. «He estado muy contenta en mi anterior trabajo pero tenía claro que algún día quería regresar a Valladolid y montar mi propia clínica de fisioterapia respiratoria, pero antes quería formarme y coger experiencia, para lo cual estuve haciendo rotaciones en distintos hospitales y clínicas. Consideré que había llegado el momento de formar una familia. Mi embarazo sirvió para acelerar mi regreso a mi ciudad natal», explica.
Ya asentada en Valladolid, durante su baja maternal aprovechó para preparar los trámites de la puesta en marcha de su negocio. Lo primero que hizo fue acudir al servicio de Ventanilla Única, de la Cámara de Comercio. Allí le asesoraron de todos los requisitos y la burocracia necesaria. Le ayudaron con la capitalización del paro que invirtió para cubrir todos los gastos administrativos, y con información sobre las posibles ayudas a las que podía acogerse, como una del fondo social europeo que tiene pendiente de resolución.
La búsqueda del local le resultó más complicada de lo que esperaba, porque quería ubicar su negocio en un lugar sin barreras arquitectónicas. «Para mí era muy importante que no hubiera escaleras, que tuviera puertas anchas y servicios accesibles, para poder atender a aquellos pacientes con necesidades especiales. Cuando vi este local, en la Plaza Circular, supe que era el adecuado para mi clínica», asegura.
En agosto del pasado año, Raquel ya se dio de alta como autónoma, con la rebaja de la cuota correspondiente, por ser la primera vez que trabaja por cuenta propia. Empezó con la actividad en el mes de septiembre.
Su clínica está especializada en fisioterapia respiratoria, y sus pacientes acuden para solucionar sus catarros de vías altas, otitis, vegetaciones, bronquiolitis y neumonías. También acuden a ella pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y enfermedades neurológicas y neuromusculares. «La fisioterapia respiratoria se centra en prevenir, curar y estabilizar todas las patologías respiratorias. Es un complemento a los especialistas sanitarios especializados en afecciones respiratorias, como pueden ser los pediatras, neumólogos y otorrinolaringólogos», expone esta emprendedora que colabora con la Asociación Española de ELA.
Raquel utiliza las redes sociales, sobre todo Facebook, para dar a conocer su negocio y también para difundir artículos de interés para sus pacientes, sin embargo, su mejor arma publicitaria es el boca a boca. Cada vez son más los que acuden a solicitar sus servicios remitidos por otros pacientes satisfechos o incluso a través de otros especialistas. «Cada vez tengo más niños en mi consulta.
El tratamiento para ellos es diferente que para los adultos. En atención pediátrica se centra sobre todo en la eliminación de secreciones para eliminar la tos, la fatiga y reducir las visitas a urgencias. En cambio, los adultos suelen acudir por problemas crónicos, que tratamos de estabilizar para proporcionar una mayor calidad de vida. Este tipo de fisioterapia todavía es muy desconocida, pero cada vez está más en auge. En otros países como Francia, está incluida dentro del plan sanitario. En España todavía no se contempla», enfatiza esta especialista respiratoria.
Otra de sus especialidades son los cólicos del lactante. Cada vez un mayor número de padres acude a su clínica con bebés irritables y con llanto inconsolable, entre otros síntomas. El tratamiento para estos casos se basa en terapia manual durante tres sesiones, con un intervalo de entre 7 a 10 días entre ellas, además de un asesoramiento para la mejora de la sintomatología y calidad de vida del lactante y de la familia. Periódicamente imparte charlas gratuitas en escuelas infantiles y asociaciones sobre diferentes materias y en las que también aprovecha para dar consejos útiles, como por ejemplo sobre el buen uso de los humidificadores. Lleva tan sólo unos meses con su clínica abierta, pero para Raquel el balance está siendo totalmente positivo.
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