El enoturismo se confirma como complemento para atraer visitantes en Semana Santa

El secreto está en la mezcla perfecta de tinto y procesión, de santos y lechazos, de visitas guiadas a iglesias y a bodegas. Valladolid ha encontrado el truco para atrapar a los turistas, para conseguir que los viajeros se queden en la ciudad (y la provincia)durante más jornadas, para prolongar su estancia e incrementar así el número de pernoctaciones (de noches de hotel) y también las consumiciones que hacen en bares y restaurantes. El sector hotelero detecta un incremento de la ocupación más allá de las tradicionales jornadas de Jueves yViernes Santo.Ahora, cada vez más, los turistas se quedan en Valladolid también el sábado o, incluso, adelantan su llegada al miércoles. Así se desprende de las primeras apreciaciones ofrecidas por la asociación Hoteles de Valladolid, que ha constatado una mejoría de la ocupación en las jornadas centrales de la Semana Santa con respecto a otros años.

«Llegar al lleno absoluto, al 100%, es muy difícil», reconoce Francisco de Frutos, presidente de la asociación hotelera. Pero el Jueves y el Viernes Santo las plazas de hospedaje en la ciudad han rozado ese completo, con porcentajes de ocupación por encima del 95%. Llenar las cerca de 4.000 habitaciones que hay en la capital y en su entorno (las 7.000 de la provincia)es muy difícil porque, como explica De Frutos, la oferta incluye también establecimientos que están alejados del centro, hoteles situados en los polígonos, en el entorno del nuevo Río Hortega, en la avenida de Burgos. Son puntos que no siempre tienen facilidades de acceso al casco histórico y que no son tan atractivos para los turistas durante estos días. De ahí la dificultad de alcanzar el 100%de ocupación. A esto habría que sumar las cancelaciones de última hora, este año menos gracias al buen tiempo.

Pero la mejor noticia es que las cifras de ocupación no son solo excelentes en estas jornadas centrales de la Semana Santa, sino que también se detecta un repunte en fechas cercanas. Así, el Miércoles Santo la ocupación hotelera rondó el 65%y ayer sábado se situó en torno al 80%, un porcentaje destacable que el sector valora de forma especial, porque apunta a un incremento de las jornadas en las que los turistas permanecen en Valladolid.

Y lo mismo ha ocurrido en el otro gran granero de pernoctaciones. Las casas rurales han mantenido unas cifras de ocupación similares a las del año pasado (en torno al 92% y el 94%), pero también se ha detectado ese incremento de fechas. «Otros años lo habitual era alquilar la casa rural por dos noches;esta vez, la estancia se ha prolongado, en algunos casos, hasta cinco días», explica Luis Chico, presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Valladolid, así como máximo responsable de la federación regional (Acaltur).

«Conseguir esto es una tarea complicada», apunta De Frutos, pero se muestra confiado por el indudable tirón que demuestra el turismo vinculado a la gastronomía y al sector del vino. La concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, ya explicó que esta era una de las apuestas claras para retener a los viajeros durante más días.

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