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J. Sanz
Sábado, 25 de febrero 2017, 12:07
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La primera fase, y también la más sencilla, de las obras de remodelación del puente de Poniente estará lista a lo largo de la presente semana y dará paso al inicio de los trabajos, mucho más complejos, en el lateral derecho del tablero en sentido al paseo de Isabel la Católica. Estos, en principio, se prolongarán hasta el próximo 13 de agosto, cuando concluyen los seis meses de plazo para la reforma, aunque los responsables de la misma confían en «poder finalizarlos antes».
Los operarios están rematando ya la acera de la izquierda, una vez retirados los viejos baldosines para sustituirlos por adoquines con acabado de granito, que mantiene su anchura habitual entre 2,6 y 2,8 metros, aunque con un suelo más rugoso para evitar resbalones. «El objetivo es rematar el lado izquierdo esta misma semana y comenzar los trabajos en el lateral derecho a continuación, en cuanto tengamos listo el enlace de la acera de la avenida de Vicente Mortes con el puente por el lateral de la calle Leopoldo de Castro para reabrirla al paso de peatones», señalaron ayer fuentes de Toyrsa, la encargada de los trabajos. Unos trabajos que han didvidido a los vallisoletanos en lo que a la oportunidad se refiere.
El traslado de las obras al lateral derecho del tablero, siempre en sentido a Isabel la Católica y la plaza de Poniente, supondrá también la modificación tanto del carril como de la aceras abiertas al paso de vehículos y viandantes. Los conductores, por ahora, pueden circular por el carril derecho y en cuanto comience la segunda fase a finales de esta semana o principios de la próxima lo harán por el izquierdo. «Siempre se mantendrá un carril abierto a uno u otro lado y dos en la desembocadura del puente en Isabel la Católica para favorecer los giros», apuntan.
De tres a dos carriles
Durante la segunda fase, y prácticamente hasta la conclusión de los trabajos, permanecerá abierta la acera recién reformada y un único carril para vehículos por el lado izquierdo. Solo al final, cuando se proceda a la renovación del firme de la calzada, puede cortarse puntualmente el puente al completo. Pero ocurrirá ya durante el próximo verano.
Conductores, peatones y ciclistas se encontrarán para entonces con solo dos carriles de circulación, y tres antes de la salida al cruce de Isabel la Católica; aceras más anchas en el lado derecho pasarán de los 1,97 metros actuales a 2,40 y un mirador sobre La Rosaleda, y un carril bici de dos metros de ancho, que enlazará el actual de la avenida de Salamanca, por la avenida de Vicente Mortes, con la plaza de Poniente. Eso además de dos nuevas filas de farolas con iluminación led. No se tocarán, en principio, las barandillas.
La intervención, que cuenta con un presupuesto de 192.584 euros, es relativamente sencilla, sobre todo, si se compara con el proyecto faraónico de ampliación del tablero que se descartó definitivamente por su elevado coste tres millones de euros. Eso no significa que esté exenta de complicaciones, sobre todo, en el último tramo del puente antes del paseo de Isabel la Católica. Allí, a uno y otro lado, el proyecto incluye la construcción de un mirador a La Rosaleda de cuatro metros de ancho acoplado a la acera y se toca también, por la izquierda, parte del talud que mira hacia Las Moreras.
«Tendremos que modificar las conducciones de riego en los taludes, introducir el cableado para las nuevas farolas y, al final, arreglar las juntas, hormigonar el carril bici y las conexiones a ambos lados del puentes, además de fresar la calzada y renovar el pavimento», resumen las fuentes consultadas de la empresa adjudicataria, la misma que ejecutó la reciente remodelación de las medianas del barrio de Parquesol.
Los trabajos comenzaron el lunes de la semana pasada, día 13, y avanzan dentro de los plazos previstos. «Estamos rematando la acera de la izquierda y hemos comenzado con el mirador», explican desde Toyrsa. Así que si nada se tuerce todo apunta a que el próximo lunes, a lo sumo, se produzca el cambio de las vallas de obra del lateral izquierdo al derecho.
La reducción a un solo carril de la circulación está sirviendo, de paso, como experimento a las bravas de la futura ordenación del tráfico sobre un puente que siempre, desde su apertura hace cincuenta y siete años, ha contado con tres carriles en toda su longitud, al contar con una calzada de nueve metros de ancho.
Sobre los taludes
A partir del 13 de agosto, o antes, los conductores que se adentren en el puente de Poniente se encontrarán con un carril bici de dos metros de ancho adosado a la acera de la derecha, separado por un bordillo de la calzada se descartó colocar vallas separadoras, y con solo dos carriles para los vehículos de entre 2,8 y 3 metros, salvo al final, donde se mantendrán los tres actuales con 2,8, 2,65 y 2,8 metros. Esto último es lo que obliga a ampliar ligeramente los laterales de la desembocadura sobre los taludes de ambas márgenes, hacia La Rosaleda y hacia los jardines de Las Moreras.
«Entendemos las molestias que las obras están ocasionando a los conductores y pedimos un poco de paciencia e intentaremos acabar la intervención lo antes posible», inciden los responsables de Toyrsa. Cinco y medio de obras quedan por delante.
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