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J. A.
Jueves, 23 de febrero 2017, 12:09
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La Asociación de Vecinos Calderón de la Barca, de la zona centro, ha registrado un escrito en el Ayuntamiento en el que reclama la anulación de los conciertos nocturnos programados en la plaza de Cantarranas para los días 24 y 25 de febrero con motivo de la celebración del carnaval. La entidad subraya que desde que se dieron a conocer los actos organizados por el Consistorio en este espacio «no han dejado de llegar multitud de quejas» de residentes de la zona, que no quieren que se celebren este tipo de actuaciones, ya que Cantarranas está «permanentemente sometida a un exceso de ruido todas las semanas del año, de jueves a domingo, vísperas de fiesta, puentes etc., lo que conlleva un incumplimiento sistemático de la ley». En la reclamación aseguran que en los últimos años «se evitaba añadir más carga sobre lo ya insoportable» y sugieren que se busquen otros zonas de la ciudad más amplias y abiertas «sin tener que machacar siempre a los mismos vecinos».
La concejala de Cultura, Ana Redondo, señaló que ayer mismo en la junta de gobierno trató esta reclamación con la edil de Medio Ambiente, María Sánchez. «Vamos a estudiarlo a ver cómo se puede solucionar, pero este es un espacio que también reclaman muchos colectivos», acotó Redondo. Así, no se descarta rebajar los decibelios durante los conciertos o incluso acortar su duración para intentar conciliar fiesta y descanso, según adelantó la concejala de Cultura.
Para mañana está previsto, a las 21:30 horas, un concierto de Jhana Eletroganik al que le seguirá la actuación de DJ Shakin Piña, sesión que se prolongará hasta la una de la madrugada. El sábado el programa contempla otras dos actuaciones Seiskafés y Killmajarto con el mismo horario. Ambas citas están organizadas por la Asamblea Popular Fiestas de Valladolid con la autorización del Consistorio.
La entidad vecinal recuerda que la zona no se caracteriza por tener una gran amplitud, sino todo lo contrario, «es estrecha y cerrada», y en el entorno viven muchas personas «de avanzada edad, con muchos enfermos crónicos, y se está violando constantemente su derecho al descanso en favor del ocio nocturno incontrolado, con el agravante de que esta concentración de personas en una zona masificada de establecimientos de ocio alcohólico suele terminar en botellones, peleas..., como ha ocurrido en otras ocasiones y que hemos visto recientemente en la zona de Campo Grande».
La asociación insiste en que el Ayuntamiento y el resto de Administraciones implicadas conocen de sobra los niveles de contaminación acústica que se soportan en este enclave y la «descontrolada ocupación del espacio público, que impide a los vecinos descansar y que está agravada por la cantidad de residuos, orines, vomitonas y vandalismo que conllevan estas aglomeraciones».
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