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Santa Misa para conmemorar los 50 años desde la ordenación sacerdotal de Ricardo Blázquez.
El Papa felicita al cardenal Blázquez por sus bodas de oro sacerdotales

El Papa felicita al cardenal Blázquez por sus bodas de oro sacerdotales

Francisco envía una cariñosa misiva al arzobispo de Valladolid, en la que repasa su trayectoria profesional y resalta su entrega, amor y fidelidad a la iglesia católica

El Norte

Sábado, 18 de febrero 2017, 12:27

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Cuando a las 12:00 de este sábado, día en el que se cumplen 50 años desde su ordenación sacerdotal en Ávila, Ricardo Blázquez ha iniciado la Santa Misa con la que conmemora tan destacada efeméride, se ha conocido la carta que el Papa Francisco le ha enviado para felicitarle y acompañarle en este día feliz para el cardenal, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal de España.

En las líneas que le envía, Francisco hace un recorrido por la trayectoria pastoral del cardenal Blázquez, destaca algunas de las virtudes que le adornan y le transmite sus deseos para que persevere como hasta ahora en su fe y en sus creencias.

Este es el texto completo de la misiva del Santo Padre.

«A Nuestro Venerable Hermano

RICARDO BLÁZQUEZ PÉREZ

Cardenal de la Santa Iglesia Romana

Arzobispado de la Archidiócesis de Valladolid

Hace dos años, teniendo en cuenta tus múltiples méritos, te incluimos gustosa y alegremente ante el mundo entero en el número de los Cardenales. Ahora queremos estar de nuevo a tu lado por medio de esta nuestra carta, movidos por un especial sentimiento de afecto, ya que próximamente vas a celebrar un acontecimiento grato y de gran importancia, a saber: Las bodas de oro de tu ordenación sacerdotal. Este feliz recuerdo será sin duda para ti motivo de singular honor y satisfacción, al ponderarse todo tu ministerio pastoral, lleno de excelentes obras y enriquecido desde todos tus cargos.

»Concluidos brillantemente los estudios, bien formado en conocimientos filosóficos y teológicos en tu célebre diócesis nativa de Ávila, el 18 de 1967 recibiste gozoso la ordenación de presbítero, e inmediatamente celebraste tu primera misa. Enviado luego a Roma, obtuviste el Doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. Vuelto a tu patria, también ocupaste cargos de relieve: Fuiste secretario del Instituto Teológico Abulense, profesor de teología e incluso decano de la facultad teológica en la Pontificia Universidad Salmantina, de la que posteriormente ya como Obispo fuiste Gran Canciller durante cuatro años.

»El 8 de abril de 1988 fuiste elegido por san Juan Pablo II, nuestro apreciado Predecesor, Obispo Auxiliar de Compostela, asignándote el título de Germa en Galacia, cuatro años más tarde fuiste nombrado obispo de Palencia; y en 1995 fuiste trasladado a la sede de Bilbao. Finalmente, el año 2010 nuestro Predecesor Benedicto XVI te destinó como Pastor de la Iglesia Metropolitana de Valladolid, a cuyos fieles diriges sabiamente por senderos de luz y de verdad evangélica a fin de conseguir la corona de la vida eterna.

»No podemos encomiar suficientemente tu fidelidad hacia la Iglesia y tu filiar afecto hacia Nos, así como tu espíritu de Pastor prudente y plenamente entregado al bien de las almas. Por eso no es de extrañar que tus Hermanos en el Episcopado te hayan elegido dos veces y con gran aceptación Presidente de la Conferencia Episcopal de tu nación.

»Por ello Nos te incorporamos al Colegio de Cardenales y te asignamos el título de la Iglesia Romana de Santa María en Vallicella. Tu celo pastoral y tu inequívoca solicitud por la Iglesia Católica no solo se ha mostrado entre los fieles de las comunidades a ti encomendadas, sino también lejos de sus confines. Entre otras ocasiones, el año 2007 asistías a la V Conferencia Episcopal de América Latina en la ciudad de Aparecida; de tu ayuda y prudentes consejos se benefician también los Dicasterios Romanos, a saber: Las Congregaciones para la Doctrina de la fe, para las Iglesias Orientales, para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos y Disciplina de los Sacramentos, y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

»Deseamos finalmente, Venerable Hermano Nuestro, que fortalecido por la gracia del Espíritu Santo y sostenido por la maternal intercesión de la Inmaculada Virgen María, perseveres con ánimo constante en el sabio cumplimiento de tu ministerio. Confirmamos estos deseos y esperanzas con Nuestra Bendición Apostólica, que impartimos con afecto en primer lugar para ti, y que deseamos extender luego a sacerdotes, religiosos y a toda tu amada grey; y a cuantos participan en tu feliz conmemoración. Al mismo tiempo pedimos encarecidamente oraciones para ejercer Nuestro Magisterio como le agrada a Dios.

»Desde la Sede Vaticana, 22 de diciembre del año 2016, cuarto de Nuestro Pontificado.

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