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Teresa Rodríguez, dirigente de Podemos en Andalucía, junto al Clínico de Valladolid. ALBERTO MINGUEZA
«Han salido de la crisis los que nunca entraron en ella»

«Han salido de la crisis los que nunca entraron en ella»

Teresa Rodríguez, parlamentaria de Podemos y una de las cabezas de la tercera vía, defiende la recuperación de la renta básica o la intervención de las eléctricas

Jorge Moreno

Lunes, 6 de febrero 2017, 14:28

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A principios del 2014, antes de que fuera elegida diputada al Parlamento Europeo, Teresa Rodríguez se paseó por la Plaza de España, Fuente Dorada y calle Santiago, en la capital vallisoletana, para rodar un vídeo, junto a su amigo de Podemos, Daniel García. Era una profesora de instituto en Cádiz, vinculada a los movimientos sociales, sin mayor protagonismo. Este domingo regresó a la ciudad de Castilla y León, después de pasar por Barcelona y Zaragoza, para defender su candidatura, entre los 'errejonistas' y los 'pablistas', en el congreso de Vista Alegre.

-Se cumplen tres años de esa progresión política y el desembarco en las instituciones. ¿Ha merecido la pena?

-Por supuesto. Es la primera vez que una fuerza política obtiene cinco millones de votos sin tener una presencia anterior. Ahora nos toca decidir qué vamos a hacer.

-Desde aquella fecha, el gobierno de Mariano Rajoy sostiene que España ha salido de la crisis. ¿Coincide?

-Claro, han salido de la crisis los que nunca entraron en ella. La última Encuesta de Población Activa revela que efectivamente que hay menos desempleados, pero no más empleo. Esta circunstancia está generando un riesgo grave para las futuras pensiones de nuestros mayores. Por otro lado, los datos demuestran que la salida de la crisis es para aquellas empresas que han seguido obteniendo beneficios récord.

Debate sobre la ética

-En el debate político actual de Podemos, ¿dónde se sitúa usted?

-Tenemos al menos cuatro debates pendientes de cara al congreso de Vista Alegre. Por un lado, cuál debe de ser la relación entre nuestro trabajo institucional y el de la calle. Otro, sobre la claridad en el discurso y el programa después de las convocatorias electorales que hemos tenido. Un tercero sobre la democracia interna en la organización, para tener un modelo que se parezca a la sociedad, y el último debate que debemos tener el próximo fin de semana es el de la ética política, para que no nos parezcamos en lo peor de los partidos tradicionales. Tenemos que evitar la profesionalización de la política y huir de los liberados.

-Y entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, ¿dónde se coloca?

-Sería bueno recuperar el primer impulso rupturista de Podemos. Íñigo ha hecho una evolución interesante para apostar por una organización menos centralizada y dependiente de los liderazgos. Ha habido también compañeros que han pensado que la moderación era buena. Yo creo que hay que ir de frente, con propuestas rigurosas, pero que conecten con las necesidades de la gente. La renta básica universal hay que recuperarla, y la posibilidad de intervención de las compañías eléctricas, sobre todo cuando hay gente que muere en este país por la pobreza eléctrica. En definitiva, no hay que renunciar a nada y parte de las propuestas de ambos son asumibles.

-¿Le parece correcto el pronunciamiento hecho por Carolina Bescansa a una semana del conclave de Podemos?

-La pobre mía ha tratado de evitar un choque de trenes. No son ningún drama sus palabras desmarcándose de Pablo o Íñigo. Ha dado un paso al lado ante la situación, y no creo que nadie le vaya a atacar por ello. Se la respeta mucho dentro de la organización, y cualquiera que sea el resultado se va a seguir contando con ella por su trabajo en el Congreso de los Diputados. Su voluntad no era echar más leña al fuego.

-Usted es ahora diputada en el Parlamento andaluz que ha reclamado la deuda histórica. ¿Tendrían derecho otras comunidades, como Castilla y León?

-Lo que ocurre en Andalucía es que se pide la deuda histórica cuando gobierna el PP en el estado, pero cuando gobierna el PSOE no. Se llegó a un acuerdo con Zapatero que esa deuda ya estaba saldada. Ahora lo que nos interesa en Andalucía es un nuevo modelo productivo, que no nos haga tan dependientes. Precisamos un desarrollo endógeno. Damos servicios, como el turismo, y producimos agricultura, pero no es suficiente. El partido socialista no nos ha sacado en 40 años de esa situación.

-Si tuviera que pactar ahora para dar estabilidad al gobierno andaluz, ¿con quién lo haría, con Susana Díaz o con los partidarios de Pedro Sánchez?

-No soy partidaria de llegar a acuerdos prolongados con el PSOE. Los conocemos bastante bien, y sabemos que en campaña dicen una cosa y luego cuando gobiernan hacen otra. El nacimiento de Podemos tiene algo que ver con ese desengaño. Por eso aparecimos en el panorama político, porque existía la reforma laboral, los rescates bancarios, la reforma de las pensiones, que fija los 67 años la edad de jubilación, o los desahucios express, son obra de gobiernos socialistas. No tengo confianza en ellos.

-¿Ni siquiera en el movimiento que encabeza ahora Pedro Sánchez?

-No, porque forman parte de la misma tradición. Soy partidaria de acuerdos y medidas concretas y no de caras. Si la nueva alternativa socialista las presentan, claro que las debatiremos.

Informe Pisa en Andalucía

-Usted es profesora de instituto en Cádiz, ¿cuál es el modelo educativo que defiende Podemos?

-El modelo de la felicidad y del desarrollo máximo de las capacidades de los alumnos. No debe de haber limitación de partidas económicas para el desarrollo social, que amortigue la desigualdad social que hay en este país. Actualmente en España, tres personas tienen la riqueza que 14 millones. La formación es fundamental para que los niños se desarrollen al margen del origen de las familias, o la ciudad donde vivan. La educación en Primaria no debe de ser tan mercantilista, pensando solo en la FP y para el mercado laboral.

-¿Qué le parece lo que dijo recientemente el Informe Pisa sobre la educación en Andalucía?

-No creo que ese informe sea un buen medidor, porque lo hace la OCDE, una organización que tiene como objetivo principal el comercio mundial y elevar la competividad de los estados. No tiene criterios educativos, y solo mide la lengua, matemáticas y ciencias naturales. A Pisa se le olvidan los valores sociales, la educación física o la filosofía. Todas estas materias están fuera de esa prueba. En el caso de Andalucía, se ha tratado de mentir con los indicadores. La muestra no ha sido representativa. De todos modos, mi preocupación es por elevadas tasas de abandono escolar que registramos. Somos los primeros en España, y ello demuestra el fracaso del sistema educativo.

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