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Fachada suroeste del chalé de Antonio Alfonso, situado sobre la avenida de Salamanca, en lo alto de la ladera de Parquesol.
Una enorme cizalla triturará el chalé abandonado de Parquesol

Una enorme cizalla triturará el chalé abandonado de Parquesol

La máquina está ya en la parcela para iniciar la demolición, que dará paso a la construcción de un complejo hostelero

J. Sanz

Lunes, 12 de diciembre 2016, 09:08

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Una máquina de demoliciones traída para la ocasión desde Madrid borrará a partir de hoy del mapa el mayor muerto urbanístico de la ciudad, como es, era, el chalé abandonado de Antonio Alfonso que domina la ladera sur de Parquesol, sobre la avenida de Salamanca, desde que su promotor lo abandonara a medio hacer en 1983. Y es precisamente su privilegiada situación, sumada a su sólido esqueleto de hormigón, lo que complicará las tareas de derribo que llevarán a cabo los actuales propietarios del terreno, la célebre parcela 63, sobre la que prevén edificar después un completo hostelero que incluirá restaurante, bar y salas de reuniones.

La máquina, una enorme cizalla que triturará la estructura de hormigón de la edificación, ya se encuentra sobre el terreno preparada para iniciar los trabajos, eso sí, si la niebla lo permite.

El Ayuntamiento, que en junio anunció que asumiría directamente la demolición del chalé, alcanzó después un acuerdo con los dueños la mercantil Gastronoteca por el que estos asumirían los gastos del derribo, y así va a ser, a cambio de que Urbanismo regularizara la situación de alegalidad de una parcela que se quedó fuera del planeamiento del barrio de Parquesol en los años ochenta, lo que impedía edificar en ella. Eso ya está solucionado y la futura construcción allí de un negocio hostelero permitirá, de paso, abrir un nuevo vial peatonal de entrada y salida del barrio a través de la ladera desde la avenida de Salamanca sobre el sendero hormigonado ya existente por el que el promotor del chalé preveía entrar y salir de su casa. Nunca lo utilizó y el tiempo se encargó después de cubrirlo de maleza.

Adiós a la peligrosa house

El paso de los años, treinta y tres nada menos, también fue haciendo mella en la edificación, que poco a poco fue convirtiéndose en foco de pintadas, vandalismo y botellones. Los jóvenes, que bautizaron el chalé como la house, casa para más señas, acabaron utilizándola como peligroso lugar de reunión con vistas al Pisuerga y un precipicio desde su plataforma inacabada sobre la ladera. Un grupo de adolescentes, de hecho, encontró en su interior el cadáver de un hombre el 18 de enero de 2010. Y ni por esas hubo manera de que los dueños derribaran el edificio.

La demolición del chalé de Antonio Alfonso, el frustrado primer promotor de Parquesol su proyecto de barrio lo retomó y desarrolló Marcos Fernández en 1985, llegó a figurar entre los objetivos de Francisco Javier León de la Riva en su primer programa electoral de 1995. Pero sus cinco legislaturas al frente de la Alcaldía no fueron suficientes para finiquitar este marrón urbanístico. Una máquina reducirá hoy a escombros esta mole de hormigón de la que solo se conservarán la plataforma y los muros de contención.

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