Borrar
Fieles a las puertas de San Nicolás.
Cinco mil fieles asisten cada lunes a las caminatas de San Nicolás en Valladolid

Cinco mil fieles asisten cada lunes a las caminatas de San Nicolás en Valladolid

La tradición dice que hay que acudir tres semanas consecutivas para conseguir el favor del santo

Víctor Vela

Martes, 6 de diciembre 2016, 13:36

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No descansan en lunes las puertas de la iglesia de San Nicolás de Bari. Se abren. Vuelven a abrirse. Otra vez. Y una más. No hay pausa para unas bisagras que se encogen y desperezan para permitir la entrada, para facilitar la salida, de las cerca de cinco mil personas (se han hecho recuentos en primavera y otoño) que todos los lunes se acercan por esta que es una de las cinco parroquias más antiguas de Valladolid fundada por el propio conde Ansúrez (la parroquia, no la iglesia actual, claro) y sin duda la más concurrida cuando se estrena la semana.

Aquí se busca desde hace decenios consuelo para problemas, esperanza para dolencias, un cayado para el camino, alivio frente al dolor. Están, en el interior del templo, los bancos de madera llenos de fieles (mayoría mujeres) que tienen un deseo en la cabeza, una oración en los labios, un librillo azul en las manos en el que se define al santo como «abogado de la pobreza y de los negocios difíciles». Todos tienen un motivo para venir hasta aquí la tradición dice que tres lunes consecutivos, a ser posible caminando desde casa, para que SanNicolás interceda y conceda las peticiones del fiel.

¿Y qué le piden?

Salud para la familia, trabajo para los hijos. Yo nunca he pedido para mí, siempre para los demás. Tranquilidad, sobre todo pido tranquilidad. Ydigo yo que algo nos dará.

Ángeles viene, junto con su amiga Carmen, desde La Rondilla. Cumple, desde hace más de medio siglo, desde que era una adolescente, con estas caminatas de origen incierto que se han convertido en peregrinación, en uno de los actos de fe más multitudinarios y populares de la diócesis. (En otras, como Valencia, Murcia o Madrid, también lo celebran, aunque con menos afluencia).

«Hemos preguntado en otros sitios donde se venera la imagen de San Nicolás, pero en muy pocos hay tanta participación», explica Javier Carlos Gómez. Es, desde hace diez años, el párroco del templo y no se aventura a ofrecer una teoría sobre los inicios de esta manifestación. «No lo sabemos. Cuando preguntas, todos te dicen que ya lo vieron a sus padres, a sus abuelos... No hay documentación clara que nos diga el porqué», asegura el sacerdote. Tampoco lo aclaró Antonio Salamanca, antiguo párroco, ni lo hizo en su día Fabrian Rodríguez, su antecesor, quien fomentó estas peregrinaciones. La hemeroteca de El Norte de Castilla incluye varias referencias. En 1937, por ejemplo, se informaba de que la iglesia abría de 18:00 a 19:00 horas para recibir a los peregrinos. Ahora, para asumir a la ingente cantidad de devotos que se acercan hasta la plaza de la Trinidad, el templo permanece abierto desde las 9:00 a las 13:50 y de las 16:00 a las 21:25 horas. Hay, incluso, un escuadrón de voluntarias dispuestas a atender las dudas de los caminantes.

Aurora González es una de ellas. Llegó hace 40 años a Valladolid desde las cumbres de León, su casa en los Picos de Europa, y dice que se sorprendió cuando vio el tupido enjambre de fieles que cada lunes se acercaba hasta San Nicolás. Fue así como descubrió las caminatas. «La gente llega con mucha fe, con el deseo de que el santo le ayude con sus problemas. Cada uno viene con sus motivos, ¿verdad? Siempre hay peticiones por la salud, viene mucha gente en época de exámenes... pero durante los últimos años nos comentan que cada vez más para pedir trabajo, sobre todo para sus hijos». No en vano, es también patrón de quienes tienen apuros económicos. Lo refrenda otra Aurora, Aurora Macho, también voluntaria. Se encarga hoy de recoger donativos y entregar esas cuartillas azulas donde se incluyen las oraciones que hay que dirigir al santo: «Acuérdate de que no se ha oído decir que no alcance tu favor quien a ti se acerca en sus tribulaciones». Además de la fe, no hay que olvidar la vertiente social: en ocasiones se hacen las caminatas con amigos, con un cafetito después.

Cuenta Javier Gómez que desde la parroquia intentan que sea un espacio agradable «iluminado, con calefacción, en silencio» para acoger a unos fieles «que viven, cada uno a su manera, su devoción», que se acercan (en ciclos de tres lunes) para pedir algo... o para luego agradecerlo en manifestación de fe.

El primer lunes:«Señor San Nicolás, óyeme».

El segundo lunes:«Señor San Nicolás, guíame».

El tercer lunes:«Señor San Nicolás, vengo por mi petición».

¿Por qué tres caminatas en cada ciclo? «En la vida de San Nicolás recuerdan en la parroquia se cuenta que, en una ocasión, un señor con tres hijas estuvo a punto de prostituirlas porque era muy pobre y no tenía dote para casarlas. Un caballero que se enteró (y que se identifica con San Nicolás)depositó, en tres jornadas distintas, tres bolsas de dinero en la casa de ese padre, de forma secreta, sin que nadie lo viera, con lo que pudo casar a sus hijas sin tener que recurrir a la triste solución que había ideado». Tres hijas, tres caminatas. Por eso, la imagen que hay de San Nicolás en la parroquia tiene, sobre el libro de los evangelios, tres bolsitas. Y tres lunes porque, según la tradición, las veces en las que dejó el dinero coincidió con que era lunes. Además, la iconografía suele presentar a San Nicolás con tres niños (por un milagro que dice que los resucitó en una posada) y tres tramos con el báculo de obispo, como recuerda un folleto editado por la parroquia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios