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El vallisoletano entrena con su moto en Pekín.
Salto acrobático de Valladolid a China

Salto acrobático de Valladolid a China

José Ángel Cuadrado, especialista de las dos ruedas, participa en Pekín en un espectáculo diario

a. o.

Lunes, 17 de octubre 2016, 19:07

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A veces perseguir un sueño le lleva a uno muy lejos, literalmente. Que se lo pregunten a José Ángel Cuadrado, un joven de Peñafiel que, a sus 26 años, ha hecho las maletas para irse a China con un contrato bajo el brazo de un año. Durante estos doce meses despertará cada mañana en aquel lejano país siendo consciente de que su pasión por el más difícil todavía a los mandos de una gran moto será una realidad para su propio disfrute pero también para los miles de espectadores que acudan al espectáculo del motor del que forma parte. José Ángel es un experto del Stunt, un profesional de esta disciplina motociclista que consiste en realizar acrobacias imposibles para cualquier humilde mortal sobre motocicletas de gran cilindrada. En la Fiesta de la Moto dejó constancia de su buen hacer a los mandos de su montura.

Ahora, Cuadrado despliega sus mejores acrobacias a miles de kilómetros, en Pekín, o Beijing, dentro de un espectáculo llamado Ankuo Extrem Motorshow, que comprende varias modalidades del motor. Además de las motos, en el show, que se ha puesto en marcha este mismo año, participan coches, camiones y todoterrenos. Todos los pilotos forman parte de un equipo internacional compuesto por, entre otros, italianos, alemanes, brasileños, colombianos, rusos, chinos y españoles. Junto a sus compañeros, desarrolla su trabajo en Xiedau, un barrio de la ciudad donde hay hectáreas y hectáreas dedicadas al ocio y al turismo. En concreto, un espacio diseñado para estas facetas del entretenimiento como solo lo saben hacer en China: a lo grande.

Además de presenciar en directo el Ankuo Extrem Motorshow en unas nuevas instalaciones con cabida para 3.000 personas por sesión, y específicamente construidas para tal fin, quienes se dejen caer por allí y se aburran será porque se trata de casos perdidos, pues el despliegue de actividades lúdicas comprende: parques de atracciones y acuáticos, campos de hípica, pistas de karting, campos de golf, tiendas, restaurantes y exposiciones de vehículos legendarios.

Cuatro pilotos

A José Ángel la oportunidad le llegó por medio de una llamada telefónica en medio de una cena con amigos. «Recibí una llamada de un amigo que también hace esta especialidad, Juanan del Fresno, quien ya había trabajado en este tipo de espectáculos. Me comentó el proyecto, que seríamos cuatro pilotos, y aquí estoy», no sin antes «pensarlo durante un par de días y consultarlo con mi gente, en mi trabajo. Todo el mundo me apoyó, todo se puso de mi lado y ahora me alegro de haber venido por todo lo que estoy conociendo. No es fácil al estar tan lejos pero a veces las cosas tienen que ser así», explica el peñafielense vía whatsapp, sin no pocas dificultadas debido al funcionamiento de Internet en el lejano país.

Asimismo, indica que la oferta recibida por parte de una empresa china para marchar tan lejos, «económicamente está bien y profesionalmente es una oportunidad, pero lo más interesante es lo que vives, lo que aprendes y además haciendo lo que más me gusta. No entraba en mis planes venir a China, pero una vez aquí te engancha y te gusta».

Después de un intenso trabajo, su espectáculo se presentó a la prensa y desde entonces sus puertas permanecen abiertas «ya con vistas de no parar», señala Cuadrado, quien reconoce que se ha sorprendido a mí mismo por su rápida adaptación. Sus primeras impresiones sobre China y sus costumbres son que estas son muy diferentes «a las nuestras», de que se trata de un lugar donde «las diferencias económicas son muy grandes, con una gente de trato excelente. Te tratan demasiado bien e intentan que estés muy a gusto».

Otra de las cosas que ha observado relativa al campo que domina es que afición por la motos hay, «lo que no hay son motos», al menos de gran cilindrada. Las que hay «son pequeñas o sin matricular, pero la gente que viene a vernos les llama mucho la atención lo que hacemos». «El Stunt no es muy conocido», afirma, «pero en apenas un par de semanas conocimos a cinco chavales que lo practican aquí, y nos trataron fenomenal. Es como una Stunt family, que estamos en todos los lados».

Lejos en la distancia está ahora José Ángel, tan lejos como cuando empezó a fraguarse su sueño, primero sobre su bicicleta «y luego con el ciclomotor haciendo un poco el macarrilla, hasta que llegó el momento de tomárselo en serio y empezar a entrenar», a trabajar duro, que es donde reside el secreto para que un sueño pueda dejar de ser algo etéreo y se transforme en tangible realidad.

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