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El animal arrremete contra el público, detrás de las talanqueras.
Primera suelta de la vaca enmaromada de Villafrechós

Primera suelta de la vaca enmaromada de Villafrechós

La noche de la fiesta de la patrona fue para la música con el concierto de Micky

m. g. m.

Viernes, 9 de septiembre 2016, 09:21

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A sus 74 años, el vecino de Villafrechós Crescencio Cuadrado, en las fiestas de la Virgen de Cabo, ya solo puede ver la vaca enmaromada desde detrás de las talanqueras. Una y otra vez ve pasar a los astados. Su mirada expresa la nostalgia de su juventud, cuando era él el que corría delante de la vaca. «Eran otros tiempos, no había vallas y las vacas corrían por todas las calles del pueblo y las afueras», recuerda Crescencio, quien sonríe al decir que «había veces que tirabas de la maroma cuando iba a coger a uno, pero otras veces la soltabas para dar un buen susto a alguien, aunque al final también tirabas de ella». Entonces «las vacas llevaban dos maromas y daban más juego porque las calles no estaban asfaltadas».

Crescencio es una de las cientos de personas que ayer asistieron en Villafrechós a la primera de las sueltas del tradicional festejo, con el aliciente de que el primer astado en ser soltado fue un novillo. A escasos metros del veterano vecino, subido en un remolque, el niño David Conde, de 5 años, junto a su madre, presencia el paso de los astados.

El pequeño no ha nacido en Villafrechós, pero sí su padre, tíos y abuelos. Representa a todos los que un día se fueron y regresan para participar en una de las señas de identidad de su pueblo. David, cuando cumpla unos años más, correrá la vaca enmaromada junto a su padre y sus tíos, y años después lo hará junto a su hijo, como ha venido ocurriendo desde hace ciento de años en Villafrechós.

Tras el estallido del cohete, el novillo de la ganadería de Caminero salió desde el toril, situado en el antiguo matadero, para recorrer las calles de Abajo, Alfonso XIII, Santa María, Convento, Rosario, José Antonio, Carrelina y San Pelayo. Fue en la calle de Alfonso XIII, conocida en Villafrechós como La Cítara, donde, por su anchura, se vivieron los momentos de más emoción, que pudieron ser seguidos por números público desde las talanqueras del parque. Tras el novillo, de gran bravura, se llevó a cabo la suelta de algunas vacas, que también dieron bastante juego a los cientos de participantes en el festejo, que estuvo amenizado por las músicas de una charanga.

La noche de la fiesta de la patrona fue para la música con el concierto de Micky, al que asistieron cientos de personas, que no se quisieron perder canciones ya legendarias en la música española como Enséñame a cantar, Soy así o El chico de la armónica.

Se cumplen ahora ocho años desde que Villafrechós recuperase su tradición de la vaca enmaromada que la localidad perdiera diez años antes al entrar en vigor el nuevo Reglamento de Espectáculos Taurino. Un festejo que cuenta al menos con más de 200 años de antigüedad, según lo atestigua el grabado de 1780 que el Ayuntamiento presentó para la solicitud de Espectáculo Taurino Tradicional cuya declaración se producía el 24 de julio de 2008.

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