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Miguel Berlanga, artista del Circo del Sol, posa en actitud cómica
«Me preguntan por mi camiseta blanquivioleta y eso es un orgullo»

«Me preguntan por mi camiseta blanquivioleta y eso es un orgullo»

El vallisoletano, que actúa en el espectáculo ‘Kooza’ del Circo del Sol, debutó en Santiago de Chile y ahora estará diez meses en Australia

miguel g. de anta

Jueves, 25 de agosto 2016, 17:14

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«Todos tenemos un payaso dentro pero cuando juegas esa faceta, cuando la sacas, se produce algo maravilloso. Es parte de uno mismo, como un juguetón, un diablillo, algo muy divertido y que a veces sale. Cuando la dejas salir es una sensación estupenda. Mi faceta diablilla debe ser graciosa, debió gustar a estos del Circo del Sol y aquí estoy». El vallisoletano Miguel Berlanga, actor y payaso profesional, da a conocer en esta entrevista cómo con trabajo y perseverancia se pueden alcanzar las metas. Hoy, Miguel pertenece al Cirque du Soleil, la compañía de entretenimiento más reconocida del planeta gracias a sus espectáculos que mezclan el arte dramático y el mundo circense en una combinación de espectáculos acrobáticos, elementos teatrales y música en directo que ha conseguido encandilar a más de 100 millones de espectadores desde su fundación, en 1984.

¿Cuál es el proceso que le lleva a convertirse en payaso profesional?

Ser payaso es un estilo de vida y es una parte de mi profesión. Yo soy actor. Empecé en la escuela de Arte Dramático de aquí, en Valladolid. Nos formamos en verso, literatura, cuerpo, voz y encontré una parte que era la comedia del arte y vi que por ahí yo funcionaba muy bien. Allí descubrí la faceta del humor y que valía para ello. Al terminar mis estudios en la escuela, iba compaginando mis trabajos en compañías locales. He estado en compañías como el Teatro del Ruido, he colaborado con Azar Teatro y fui miembro fundador de Telón de Azúcar. A parte de la cuestión teatral, le iba dando a la vida del payaso. Luego, en Madrid, hice un casting para Djna, que es una compañía de humor gestual, pasé el casting, estuve con ellos trabajando un tiempo y me gustó mucho. Era como un teleñeco -muestra muecas graciosas- y a partir de ahí siempre que podía seguía con el humor.

¿Cómo surge la oportunidad de entrar en el Circo del Sol?

Yo trabajaba en Terra Mítica parque temático en Benidorm pero lo compaginaba con papeles en televisión y teatro. En invierno tenía mis papeles en televisión y en verano me iba a Terra Mítica, como muchos actores, pues tenemos ahí un sueldo fijo y estaba en un circo. A través de unos compañeros acróbatas conocí a miembros del Circo del Sol y fueron estos los que me sugirieron que mandara un video mío y que tratara de postular. Así lo hice, envíe un vídeo con una presentación y un número improvisado de dos minutos. Se pusieron en contacto conmigo, les gusté y a las dos semanas me escribieron diciéndome que iban a haber un casting en Madrid y que querían verme. Allí me presenté y fui seleccionado junto a otras dos personas de entre 400. Eso fue en 2011 y fui seleccionado para una especie de lista de espera. Al final ha sido este año cuando por fin me he podido incorporar al espectáculo Kooza y no puedo estar más contento, ya que los payasos son una baza muy importante del show.

¿En qué consiste Kooza?

Kooza es la historia de un niño que recibe un paquete del que sale el personaje del Embaucador, que es un bailarín y acróbata, que introduce al niño en un mundo maravilloso. Yo soy uno de los dos payasos que acompañan al rey de este mundo, que a su vez también es bastante payasete. En este mundo todo cambia y hay muchos números circenses acompañados de una orquesta en directo. En el espectáculo participan más de trescientas personas entre miembros del show, taquilleros, acomodadores, personal de servicio y seguridad. A finales de mayo me llamaron y tras un proceso de preparación en unas impresionantes instalaciones en Montreal, quince días más tarde me incorporé al espectáculo en Santiago de Chile y llevo catorce funciones. Ahora he tenido unos días de descanso y la próxima semana nos llevamos Kooza a Sidney y estaremos en Australia durante diez meses.

¿Qué se siente al ser el único arista español en el espectáculo?

En Kooza soy el único actor, pero también hay técnicos y los hermanos Quirós, que hacen alambre. Es divertido conocer a gente de todo el mundo, que encima son los mejores en sus especialidades. Yo voy explicando a todo el mundo dónde está Valladolid y muchos me preguntan de qué es esa camiseta de franjas blanquivioletas que muchas veces llevo, y para mí es un verdadero orgullo explicárselo.

Luchar por un sueño

¿Qué consejos daría a los jóvenes que se quieren dedicar al mundo de la interpretación o al mundo circense?

Preparación e ilusión. Tienes que tener un sueño y seguir aunque sepas que es muy posible que no lo consigas nunca. De otra forma no tiene sentido. Yo quiero actuar. Y cuando vi el espectáculo pensé esto es lo mío. Se me da bien hacer reír a la gente. Soy un buen payaso. Hay que tener ese sueño y moverlo. Si hay que mandar un video, pues lo mando. Yo he estado cinco años recibiendo respuestas negativas, con los disgustos que conllevan, pero al final hay que seguir el sueño sin dejar de prepararte. Cuando ya llevas el veneno, hay que luchar por ello y seguir trabajando.

¿Desde fuera cómo se ve la situación del circo en españa y del mundo de los payasos?

La cultura en general está mal. Se necesitan apoyos, apoyos y más apoyos. El 21% de IVA es una losa que está acabando con muchos compañeros, muchas compañías. Y está muy bien la iniciativa privada pero hay que ayudar desde las instituciones, es algo necesario. Igual que tendría que haber una clase de teatro en los colegios, en la educación, en los institutos. Creo que la cultura está fastidiada. Pero bueno, esto va a cambiar. La gente con los artistas, no puede. Ni con los artistas, ni con los escritores, cantantes o cualquiera del gremio. Un país sin artistas es un país pobre. Respecto al mundo del circo, te voy a ser sincero: como mi educación y formación ha sido actoral, esto del circo ha sido algo que ha venido dado por ser actor. Nunca he tenido una cultura circense como tal. Nunca he ido mucho al circo, pero sí al teatro. Y claro, el Circo del Sol es un espectáculo completo, es global. Hay danza, hay cante, hay actuaciones circenses, hay interpretación, hay teatro y todo en directo. El primero que vi y el primero que dije yo quiero estar ahí es el Circo del Sol. Yo no concibo un circo con animales, me parece un atraso y ahí está la muestra. El mejor circo del mundo, el mejor espectáculo del mundo no necesita animales. Aunque bueno, también es verdad que hay un tío de Valladolid que está en el escenario y es bastante animal suelta una carcajada, pero ese va con dos piernas.

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