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Lugar donde ocurrieron los hechos, junto a la sangre del toro del encierro de la madrugada del martes.
La policía de Tudela dispara al aire rodeada por un clan que quería evitar una detención

La policía de Tudela dispara al aire rodeada por un clan que quería evitar una detención

Los agentes iban a requisar un cuchillo a un menor durante un encierro y se vieron acorralados

Lorena Sancho Yuste

Miércoles, 17 de agosto 2016, 11:21

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El que debería haber transcurrido como un encierro más de las fiestas de La Asunción y San Roque en Tudela de Duero terminó en la madrugada del lunes al martes con un grave incidente entre la Policía Municipal y un clan familiar de la localidad, que obligó a los agentes a efectuar incluso un disparo al aire tras verse rodeados por numerosos miembros de esta comunidad que querían evitar que detuvieran a un menor por portar un cuchillo. Todo ocurrió cuando uno de los astados que se soltaron en el encierro nocturno se tumbó fruto del agotamiento tras emplearse con bravura en la zona inicial del recorrido en plena calle Constitución, a pocos metros de alcanzar la plaza de toros portátil. Fue entonces cuando uno de los corredores y colaborador habitual en los encierros pidió a los vecinos de unas viviendas de la zona que le prestaran un cuchillo o navaja para sangrar la oreja del animal y que pudiera de esa forma descongestionarse y encerrarle en los toriles. Si bien, en ese momento de incertidumbre entre corredores y aficionados en torno al toro, miembros de Protección Civil vieron a un joven menor de edad con un cuchillo en el costado, entre el pantalón y tapado con una camiseta, por lo que dieron el correspondiente aviso a la Policía Municipal.

Era en torno a la una y media de la madrugada cuando tres agentes de la Policía Local detectaron que, efectivamente, había un joven en el recorrido con un machete, por lo que se dirigieron hacia él. En ese momento, según fuentes consultadas por este periódico, el chaval intentó agarrar el cuchillo en un movimiento «interpretado como hostil hacia los agentes» según el parte de la Policía por lo que los agentes inmovilizaron al joven de forma inmediata con el fin de evitar algún tipo de agresión. Fue en este momento cuando varios miembros familiares del joven, la mayoría residentes fuera de la localidad pero que se encuentran en Tudela para celebrar las fiestas, se acercaron a los policías en una situación «complicada», pues en cuestión de segundos familiares y amigos del joven rodearon a los agentes.

Quitar el arma

Con el chaval, menor de edad, inmovilizado, y con numerosos vecinos y aficionados a los toros como testigos, la situación se fue volviendo tensa en cuestión de minutos. Los familiares y amigos del joven que portaba el cuchillo recriminaban a los agentes que dejaran al chaval en medio de insultos y fuertes gritos. Fue entonces cuando, según las mismas fuentes, uno de los agentes, acorralados ya por decenas de personas, notó que le intentaban quitar el arma. Momento en el que, en medio de la crispación desatada «que en cualquier momento podía derivar en algún tipo de agresión física hacia los agentes», efectuó un disparo al aire con efecto disuasorio y con el objetivo de que los tres policías municipales pudieran ganar unos metros para poder alcanzar el vehículo oficial y salir de la zona. Fue ese disparo el que, según las mismas fuentes, lograron apaciguar los ánimos por unos minutos, de tal forma que finalmente un miembro de este clan familiar se prestó para acompañar al joven hasta las dependencias policiales en el vehículo de los agentes y lograr que así los ánimos se calmaran y permitieran al vehículo poder salir de la calle en dirección a la Comisaría.

Una vez en las dependencias policiales, los agentes llevaron a cabo una serie de preguntas para poder aclarar los motivos por los que este joven portaba un cuchillo. Llamaron entonces a algunos de los testigos para confirmar que, efectivamente, el joven portaba el cuchillo porque previamente se había utilizado para sangrar la oreja del toro que se había tumbado en la calle, motivo no obstante que no justificaba que posteriormente lo portara en su cuerpo en la vía pública y en mitad del encierro. Tras llevar a cabo las diligencias oportunas, el joven finalmente no quedó detenido en la comisaría municipal, por lo que salió poco después acompañado por su familiar.

El alcalde de Tudela, Luis Javier Gómez Potente, que ya en la noche de los hechos intervino para intentar calmar la situación, aseguró ayer que durante la mañana había hablado con numerosos familiares del joven para evitar nuevos enfrentamientos con la Policía Municipal y para pedirles una pacífica convivencia durante estos días de celebración patronal. Aunque aseguró que los hechos se están investigando, se mostró convencido de que la situación actualmente ya ha vuelto a la tranquilidad. «Afortunadamente, el incidente no fue a más», señaló.

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