Más contratos con empresas para intentar frenar la crisis

Un gracias omnipresente. Ese es el resumen del acto de la Universidad de Valladolid para homenajear a las empresas colaboradoras con la institución. Gracias por las prácticas, gracias por los contratos de investigación, gracias por confiar en los egresados de la UVA. Gracias del rector y de los vicerrectores. Y lo cierto es que solo con ver el Paraninfo, abarrotado de representantes de esas empresas, se puede tomar conciencia de hasta qué punto resulta clave en la universidad de hoy la aportación empresarial. 240 empresas habían confirmado su asistencia al acto. Si hubieran acudido todas, no habría sido posible cobijarlas en ningún espacio de Valladolid, porque son más de tres mil las empresas que colaboran con la Universidad de Valladolid. De todos los tamaños. Desde Repsol, Michelin o Renault hasta despachos de abogados o arquitectos, pasando por El Norte de Castilla, sin ir más lejos.

Gran parte de esa colaboración se plasma en las prácticas de los estudiantes de grado. Algo que se ha disparado en los últimos años, ya que desde que se implantó el Plan Bolonia muchas carreras tienes esas prácticas como obligatorias dentro del currículo académico. «En estos últimos tres años, tras un pequeño parón durante la crisis, hemos aumentado el número de prácticas y el número de empresas que colaboran con la UVA», explica Patricia Parrado, jefa del Servicio de Información y Prácticas de Estudiantes. «Nos falta cerrar julio y agosto y en estos momentos ya tenemos 235 prácticas más que el año pasado», añade. El rector, Daniel Miguel, lo redondeó en el acto del Paraninfo. «Unos cuatro mil alumnos han hecho prácticas durante el último curso en alguna de las 2.300 empresas que han colaborado para permitir que los estudiantes dieran los primeros pasos laborales», señaló.

El reto, ahora, es conseguir que esa colaboración entre Universidad y empresas avance hasta el siguiente escalón, el de la investigación. Algo para lo que la UVA busca fórmulas que resulten atractivas para los empresarios. Cuenta para ello con el empuje del Consejo Social presidido por Gerardo Gutiérrez (Gadea) y también con empresarios como Rafael Pérez González, del grupo Helios, que ayer presumió de su colaboración con la universidad para servir como ejemplo a otras entidades. «Las empresas y las universidades deben trabajar codo con codo para que el conocimiento que aquí se produce se transfiera a las empresas. Debemos seguir incrementando los lazos existentes y trabajar más conjuntamente. Helios colabora con cuatro universidades de Castilla y León, con estudiantes en prácticas, formación e investigación, camino que seguiremos en el futuro», aseguró.

Incorporar doctorandos

La UVA, mientras, trata de hacer ver a las empresas que incorporar a doctorandos a sus organigramas, o contactar con los grupos de investigación, puede suponer ventajas competitivas en un futuro cercano.

«Debemos trabajar los doctorados industriales. Es intentar ayudar a que los doctores entren en el mercado laboral haciendo un doctorado con un proyecto de investigación dentro de una empresa, tutelado desde la universidad. Es algo que necesitamos potenciar y precisa de complicidad del tejido empresarial», explica José Ramón López, vicerrectorado de Investigación de la UVA. Una figura, la del doctorado industrial, que tiene un problema para aquellas empresas sin departamentos de I+D. Se necesita que en la empresa haya un doctor que cotutele al doctorando. Y de ese problema ha surgido una solución que la UVA propone a los empresarios. «Nosotros lo que hacemos es ofertar un paquete completo. Tenemos la opción de contratar un Torres Quevedo, un doctor egresado de la Uva, con una cofinanciación en la que ayuda el Estado. Con eso ya tienes el doctor y puedes ir a por un doctorado industrial. Una empresa que quiera empezar en I+D puede contratar de golpe a un doctorando y aun doctor para poder arrancar con esa investigación», explica Celedonio Álvarez, vicerrector de Innovación Tecnológica. La UVA se encarga de asesorar asesorar sobre el mejor modo de acceder a esas ayudas.

Y es que la colaboración con la empresa, como explicó la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón, durante el acto, parece que el único camino viable, aunque queda lejos de poder subsanar todas las carencias provocadas por los recortes, como señala Álvarez. «En los dos últimos años ha mejorado un poco la entrada de dinero por el artículo 83 contratos con empresas, por convenios, por proyectos europeos colaborativos... ¿Que estamos a los niveles de 2006? No, pero esperemos que siga mejorando»

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