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El sargento Daniel Escrivá y el alférez Alberto Fernández, en el acto de final del curso en la Academia de Caballería.
Los 'Primeracos' del curso

Los 'Primeracos' del curso

Como en otros centros de formación, la Academia de Caballería distingue a sus mejores alumnos por sus notas y liderazgo

Jorge Moreno

Sábado, 18 de junio 2016, 16:57

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Como es tradición, y sucede en otros centros y facultades universitarias, los profesores militares designan a los número uno de cada promoción (bautizados en la Academia de Caballería como Primeracos). Son elegidos por las mejores calificaciones obtenidas en su trayectoria, así como por el reconocimiento de liderazgo entre sus propios compañeros.

De los 18 tenientes, uno de ellos perteneciente al ejército tailandés, que se ha formado en España cinco años por los acuerdos del Ministerio de Defensa con ese país asiático, el vallisoletano Alberto José Fernández Moreno ha sido elegido como número uno.

Este exalumno del Colegio San Agustín dice haber cumplido su sueño de ser militar de carrera a los 22 años. Ingresó en la Academia de Zaragoza con 17, «un periodo de formación muy exigente en los estudios. Por la nota obtenida, mi primer destino será en Santovenia de Pisuerga, en el Grupo Santiago de Reconocimiento de Caballería», explica, satisfecho tras la ceremonia. No es para menos. Ha tenido la suerte de ejercer su profesión en la provincia en la que nació, aunque dice estar dispuesto "a salir cuanto antes a una misión en el exterior. Mi familia está contenta y lo comprende".

Del frío mesetario al Mediterráneo cálido

La categoría de 'Primeraco' también recae entre el grupo de alumnos suboficiales. De la treintena de cadetes que se han formado este año en Valladolid para sargentos, cinco son mujeres. Buena parte de ellos, ingresaron por promoción interna, es decir, estaban ya en las Fuerzas Armadas ejerciendo como soldados. Tres años han tenido que esperar para optar a las plazas y superar además las pruebas.

Es el caso de Daniel Escrivá Hidalgo, un valenciano de 32 años. Escrivá accedió a la plaza de suboficial por promoción. «Estuve cuatro años de soldado en el Regimiento de Caballería España, una unidad de Zaragoza. Hice la oposición y entré. Para mi, lo que comporta este ascenso es más responsabilidad en el mando», dice.

El futuro sargento de la Promoción 41 no tiene antecedentes militares en su familia, y dice que siempre le llamó la atención el Ejército. "Cuando ingresé, los estudios que tenía eran de la ESO. Ya dentro, me saqué el título de Bachillerato en Zaragoza. Estudiando por las tardes, luego superé también la selectividad para poder acceder a la escala de suboficiales".

Sobre su estancia durante tres años en Valladolid, Escrivá, que no ha perdido el acento ché, no tiene reparos en reconocer que marchará con alegría a su futuro destino, en un acuartelamiento de Valencia.

"Claro que hay diferencias. La gente de costa es más abierta que en Valladolid. El clima ayuda a ello. En todos estos años, siempre he intentado hacer mi vida en Valencia y ahora podré hacerlo", dice sonriente en vísperas de que le den en Lérida el despacho oficial. Mientras, guarda en un bolsillo de su uniforme el papel con las cinco vacantes que han salido para el País Valenciano. Un premio después de estar un lustro fuera.

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