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Agentes de la Guardia Civil, el pasado año en el dispositivo de seguridad del Toro de la Vega. En la imagen, ante antitaurinos
El día en el que el Toro de la Vega estuvo a punto de suspenderse

El día en el que el Toro de la Vega estuvo a punto de suspenderse

La víspera del torneo una denuncia sobre la posible falta de seguridad llevó al Ministerio del Interior a plantearse la anulación del festejo; el teniente coronel garantizó el dispositivo

J. I. Foces

Jueves, 9 de junio 2016, 06:17

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Fueron diez horas, diez, durante las que el Toro de la Vega 2015 estuvo más que suspendido. Diez interminables horas en las que los teléfonos ardieron entre llamadas que imaginariamente componían un pentágono en cuyos vértices estaban la Secretaría de Estado de Seguridad, en la sede madrileña de la calle Amador de los Ríos; la Subdelegación del Gobierno en Castilla y León, en la vallisoletana plaza del Milenio; la Consejería de la Presidencia de Castilla y León, en la sede de la Presidencia de la Junta; la Comandancia de la Guardia Civil, en la Avenida de Soria de Valladolid; y el Ayuntamiento de Tordesillas. Cinco puntos entre los que se vivieron diez horas de llamadas, algunas no exentas de una importante carga de presión. Y diez largas horas en las que el Torneo del Toro de la Vega estuvo literalmente suspendido y que gracias a un informe de la Guardia Civil, firmado por el teniente coronel Miguel Recio, pudo celebrarse al día siguiente.

Lo siguiente es el relato de esas diez horas del 14 de septiembre del año pasado, víspera del Toro de la Vega, reconstruidas con testimonios recogidos en diversas fuentes institucionales. 'Rompesuelas' fue el último Toro de la Vega que pudo ser alanceado y muerto en el campo de torneo. Esta tarde quedará aprobada en las Cortes la ley regional que impide alancearlo y matarlo en público.

11:36 horas. Con el número de entrada 2.860, el Registro de la Delegación del Gobierno de Castilla y León acepta un escrito del Observatorio Justicia y Defensa Animal, que alega la defensa de la seguridad ciudadana en la celebración del torneo y pide que, sobre esa base, se proceda «a la suspensión con carácter urgente» del mismo. El escrito también llega a la Secretaría de Estado de Seguridad. Desde allí, comienzan las llamadas, en una doble vía. La primera, a la propia Delegación del Gobierno en Castilla y León, a la que se le pide que analice el escrito. La segunda, hacia la Junta de Castilla y León, concretamente a su Consejería de la Presidencia, de la que depende en Castilla y León todo lo relacionado con la autorización de la celebración de festejos que protagonicen reses bravas.

De 14:00 a 18:00. La Secretaría de Estado de Seguridad intenta que sea la Junta de Castilla y León la que decida sobre la denuncia del Observatorio Justicia y Defensa Animal, precisamente por ser la Administración regional la concerniente en festejos taurinos. Sin embargo, cuando el titular de la Consejería, José Antonio de Santiago-Juárez, pide conocer los detalles de la denuncia, se percata de que lo que en esta se reclama afecta únicamente a lo relativo a la seguridad ciudadana, precisamente una competencia que no tiene esta comunidad autónoma. Es el Ministerio del Interior, le dicen desde la Consejería a la Secretaría de Estado, a quien compete la seguridad ciudadana, concretamente en el medio rural a la Guardia Civil. Las competencias de la Consejería de la Presidencia en materia de espectáculos taurinos tienen que ver con el estado de las reses, el estado de las talanqueras de los encierros, el estado de las plazas de toros y capeas, los informes sanitarios, el dispositivo de ambulancias, médicos y veterinarios, todo el papeleo que conlleva la autorización de este tipo de espectáculos... Pero la seguridad ciudadana no depende de la Junta de Castilla y León.

En esas primeras horas de la tarde del 14 de septiembre, víspera del Toro de la Vega, empieza la preocupación por las consecuencias tanto de celebrar el torneo como de no celebrarlo. En las múltiples conversaciones entre todos los responsables de las instituciones implicadas en la materia aflora la inquietud por las consecuencias que tendría la suspensión del festejo por motivos de seguridad, más concretamente por no poder ser garantizada esta. Pero desde el Ministerio (y en esto coinciden todos los consultados) no se quería cargar con la responsabilidad de la suspensión. Desde Castilla y León no se quería suspender y, de hacerse, que lo decidiera Madrid. La situación empezaba a encastillarse.

20:00 horas. Con la negativa de la Junta de Castilla y León a meterse en competencias que no eran suyas, como las de la seguridad ciudadana, la delegada del Gobierno en la comunidad, María José Salgueiro, y el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Luis Antonio Gómez, deciden revisar los acuerdos de la Junta Local de Seguridad de Tordesillas, celebrada solo unos días antes, en la que se decidió, entre otros asuntos, el dispositivo para garantizar la seguridad en el Torneo del Toro de la Vega.

20:30 horas. El subdelegado del Gobierno en Valladolid se dirige a la Comandancia de la Guardia Civil, por escrito, y le pide un nuevo informe relativo a las medidas previstas para «atender el normal desarrollo del festejo en aras a salvaguardar la seguridad ciudadana.

20:45 horas. El subdelegado del Gobierno telefonea al alcalde de Tordesillas, José Antonio González Poncela. Le pone al tanto del asunto y le pide su opinión como primera autoridad de la villa. El alcalde le pide que le remita por escrito esa petición para analizarla con los munícipes tordesillanos.

21:03 horas. En la Alcaldía de Tordesillas se recibe un email del subdelegado del Gobierno recabando «la opinión del Ayuntamiento, sobre la suspensión cautelar y urgente del Torneo del Toro Vega, que solicita el Observatorio Justicia y Defensa Animal». La petición se acompaña del escrito de esta entidad.

Minutos después, el Ayuntamiento, amparándose en que no es competencia suya la seguridad ciudadana, devuelve el escrito a la Subdelegación.

21:30 horas. El teniente coronel Miguel Recio responde al escrito que una hora antes le había solicitado el subdelegado. Informa de que sería «muy perjudicial» la suspensión y que ello podría provocar «una hipotética alteración grave de la seguridad ciudadana». Añadía el teniente coronel, en su negativa a la suspensión, que «no se descartarían incidentes peores que los que puedan ocurrir por la celebración» y defendía que la Guardia Civil había establecido «el pertinente dispositivo preventivo» para el desarrollo del Torneo, «evitar altercados y preservar la celebración del espectáculo».

A la vista del informe del teniente coronel Recio, jefe de la Comandancia, la Secretaría de Estado de Seguridad desistió de su pretensión inicial de suspender el Torneo del Toro de la Vega 2015. Nadie sospechó nada de esto a la mañana siguiente al ver a Rompesuelas en el Torneo.

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