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El cardenal arzobispo de Valladolid bendice las tierras.
Blázquez apela al trabajo para recoger frutos «como hacen los hortelanos»

Blázquez apela al trabajo para recoger frutos «como hacen los hortelanos»

Recuerda la labor de la Compañía de Jesús como fundadora de la Escuela de Ingeniería Agrícola

m. muñoz

Martes, 17 de mayo 2016, 18:16

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El cardenal arzobispo de Valladolid,Ricardo Blázquez, apeló ayer «al trabajo, a la cooperación y a la providencia de Dios para recoger los frutos en nuestra vida, al igual que hacen los hortelanos», durante la celebración de San Isidro Labrador en la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Compañía de Jesús (INEA).

Ante más de un centenar de personas, el cardenal presidió la misa solemne que organizan desde hace tres años los mayores de los huertos ecológicos de INEA. Blázquez destacó el trabajo de los hortelanos como ejemplo de esfuerzo, indispensable en la actualidad, en su opinión, para sacar adelante nuestras vidas profesionales. Con una metáfora, el cardenal animó a compatibilizar la fe en Dios y confiar en su providencia, «para que nos dé la fuerza necesaria con el fin de continuar con la labor diaria. Dios nos exige nuestro trabajo y esfuerzo, pero también nos cuida, nunca nos llevará al extremo aunque a veces tengamos inquietud. Tenemos que confiar porque de él recibimos el sol y la lluvia que nos permiten cultivar nuestros frutos, pero sin nuestro trabajo tampoco recogeríamos nada», enfatizó.

Blázquez reconoció que los instrumentos de trabajo cambian, en referencia a las nuevas tecnologías, y aplaudió que hoy la humanidad cuente con ellos porque no hay que darles la espalda, sino reconocer su valía y emplearla en nuestro trabajo para tejer redes de cooperación entre todos. La mayor parte de la intervención del cardenal giró en torno a la figura esencial de los agricultores y hortelanos, y a su esfuerzo por cuidar la tierra.

De ellos, resaltó su papel. «Unamos nuestro trabajo con la providencia divina para las labores de la tierra, una tierra ligada a la maternidad porque sin ella quedaría un terreno baldío, confiemos en ella las semillas con la seguridad de que no se va a perder», aconsejó. Blázquez también dedicó unas palabras a la figura de San Isidro, del que destacó su fe y su dedicación al trabajo. «Es posible ser fiel y tener las manos encallecidas y el rostro curtido por el sol», recordó, y animó a acercarse al santo y no endulzar su imagen, porque era santo pero también un trabajador solidario con las personas que tenían menos que él.

Sobre los legados, alabó la labor de la Compañía de Jesús como fundadora de la hoy Escuela de Ingeniería Agrícola (INEA) que hace dos años ha cumplido medio siglo. A ellos, y a todas las personas que han colaborado por sacar adelante este proyecto agradeció su esfuerzo. «Hay personas que supieron leer el futuro y me alegro de que la compañía percibiera la necesidad y se embarcara en una aventura como esta», afirmó.

Tras la homilía, en la que intervino el Coro de Mayores de San Juan, el cardenal bendijo los campos de los huertos ecológicos en la tradicional procesión de San Isidro. Tras la bendición, se celebró un acto floral coordinado por el poeta y hortelano José Antonio Serrano (Pepe Serra), en el que también participaron el grupo Rocieras del Camino, la cantante Pilar Alonso, el cantaor Jesús El Mora, el guitarrista Óscar Vecino y la poesía de Carmen García y Serra.

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