La Casa de la Aguada recupera su aspecto original de 1840

Los promotores de la recuperación de uno de los vestigios ferroviarios olvidados de la ciudad, como era la Casa de la Aguada, la caseta de piedra del siglo XIXque albergaba el sistema de bombeo de agua para los trenes de vapor, han puesto ya fecha para la conclusión de los trabajos el 1 de junio y sitúan en la primera quincena del próximo mes la apertura de un negocio de hostelería. Las obras para la ejecución de las acometidas de electricidad y saneamiento del local mantienen cortado al tráfico el cercano Puente Colgante desde el pasado martes se reabrirá, en principio, mañana, lo que ha aprovechado Urbanismo para llevar a cabo la reparación de los dos tramos de adoquinado del firme del propio puente situados en la entrada y la salida.

Apertura en el mes de junio

«La acometida nos obligaba a cortar la calle de lado a lado a la altura del paseo del Cid, aunque confiamos en poder tapar y asfaltar la zanja para su reapertura este viernes», aclaró ayer uno de los tres impulsores del proyecto, el arquitecto Javier Sánchez, quien anticipó que la rehabilitación en sí de este edificio de 1840 «avanza a buen ritmo y confiamos en poder rematar el interior y la parcela ajardinada el 1 de junio». El inmueble, de hecho, ofrece ya un aspecto exterior acorde a su historia con sus muros de piedra a la vista una vez retirada la maltrecha capa de cemento con la que fueron cubiertos.

Las obras de recuperación de este inmueble ferroviario, que sorprendentemente carecía de catalogación, comenzaron en febrero después de sortear las cuestiones urbanísticas y mantendrán «la estructura original del edificio del siglo XIX» con los retoques obligados para habilitar este espacio para la hostelería.

La Casa de la Aguada, construida en paralelo al propio Puente Colgante con motivo de la llegada del tren a la ciudad (1864), estuvo abandonada a su suerte prácticamente desde que cesó su uso ferroviario en 1944.