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Las carmelitas de Filipinos firman su traslado a Viana por al menos 30 años

Las carmelitas de Filipinos firman su traslado a Viana por al menos 30 años

Las hermanas suscriben un contrato con el Colegio de los Ingleses para mudarse en julio

Lorena Sancho Yuste

Domingo, 20 de marzo 2016, 19:41

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En un día tan especial para ellas como es el de San José, las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, la comunidad que desde hace doce años habita en el monasterio del paseo de Filipinos, firmó las condiciones de su futuro más inmediato en su nueva residencia: la población de Viana de Cega. Ante la acuciante situación que sufren tras pagar una deuda con el banco mediante la entrega tanto del monasterio de Valladolid como el que hace unos años dejaron en Rioseco, las hermanas recibieron una oferta del Colegio de San Albano o de los Ingleses en Valladolid para que pudieran trasladarse al edificio de verano que atesora en Viana de Cega. Fue ayer, jornada de San José, cuando este traslado se firmó por ambas partes, en un acuerdo que precisa que serán al menos treinta los años que esta comunidad podrá utilizar la residencia; así como los diferentes aspectos respecto a régimen de alquiler o cesión (aún por confirmar) y las obras que hay que acometer para adecuar las instalaciones.

Según explicó la madre superiora, Sor Olga, la intención es que en las próximas semanas se pueda solicitar licencia de obras en el Ayuntamiento de Viana de Cega con el objetivo de ampliar la residencia. Una ejecución que, de empezar en abril, tal y como confían, podría estar lista en julio para el traslado de las hermanas a su nuevo hogar.

Su previsión es construir un pequeño edificio anexo al ahora existente, con planta baja y primera planta, de tal forma que la nueva residencia tenga las características adecuadas para acoger a las 28 hermanas de clausura que actualmente conforman esta congregación en Valladolid. Para financiar las obras de este inmueble, ubicado en las afueras de la localidad, las carmelitas samaritanas contarán con el apoyo del propio colegio de Los Ingleses, del Arzobispado de Valladolid y de los fieles que les ayudarán a hacer frente a su parte. Todos ellos, según recuerdan, lo pueden hacer a través de los números de cuenta que aparecen en su página web, mientras que además se pueden poner en contacto con ellas a través de redes sociales o por teléfono.

La comunidad, según añadió la madre Olga, afronta esta nueva etapa con «ilusión y esperanza», con ganas de dejar atrás los malos momentos vividos en el pasado con motivo de sus dificultades económicas. De ahí que traslade un mensaje de alegría para todos los vallisoletanos, porque ellas permanecerán en la provincia, tal y como ha ocurrido en los últimos cuatro siglos. «Viana de Cega está muy cerca de la ciudad y nosotros les atenderemos allí de forma gustosa. Somos referente para muchos vallisoletanos y vamos a seguir siéndolo en nuestra nueva residencia», incide la madre Olga.

Plazo hasta noviembre

Tras la dación en pago del monasterio de Valladolid, estas hermanas tenían de plazo hasta el mes de noviembre para que pudieran encontrar un nuevo hogar al que desplazarse. Si bien, y pese a que han sido varias las ofertas que han recibido de otras provincias, la solidaridad del Colegio de los Ingleses, junto con el apoyo del Arzobispado, ha hecho posible que continúen en la provincia de Valladolid y que su traslado se pueda realizar antes incluso de lo previsto. «Nos habíamos propuesto tener casa para el día de San José y Dios es tan bueno que nos ha concedido lo que pedíamos. Y no solamente hemos firmado en esta fecha el alquiler de la casa sino que nos hemos sentido introducidas en una familia, la familia del Colegio de San Albano. No hay palabras para agradecer su acogida, su cariño, su generosidad... parece que somos nosotras las que les estamos haciendo un favor a ellos en vez de hacérnoslo ellos a nosotras», escribieron ayer en su página de facebook.

La intención es que en julio pueda comenzar el traslado para en el mes de agosto estar asentadas completamente. Dejarán así un convento que adquirieron hace doce años por 5,2 millones tras dejar el de Rioseco, que nunca pudieron vender.

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