Los pueblos de Valladolid plantan cara al botellón

Fue uno de los compromisos adquiridos por la Diputación de Valladolid para estos cuatro años: plantar cara al fenómeno cada vez más expandido de realizar botellones en las fiestas de numerosos municipios de la provincia. Pero no a toda la acción, sino a los aspectos negativos que esta fórmula de encuentro social arroja para sus participantes.

Conscientes de los riesgos y el daño que puede producir la ingesta desmesurada de alcohol, el Área de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales, dirigido por Conrado Íscar, a su vez alcalde de Matapozuelos, uno de los municipios más afectados por el botellón, se ha puesto manos a la obra en el diseño de un plan que la institución provincial quiere tener listo de cara a Semana Santa y con el que pretende informar, prevenir y reducir el daño que este fenómeno puede ocasionar en los chavales.

Se trata de un proyecto que el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, anunció hace unos días con motivo de la presentación del IV Plan de Juventud, y que a su vez ofrecerá una posible ayuda para todos aquellos municipios que durante sus fiestas patronales se enfrentan a un fenómeno «preocupante» que lleva a numerosos jóvenes a quedar para beber al aire libre.

Sin alcohol

Aunque aún se están perfilando las líneas que abordará el plan, sí ha trascendido ya que contará con la colaboración y participación de la Facultad de Medicina, de la Consejería de Sanidad, de centros educativos, ayuntamientos, entidades juveniles y colectivos como Alcohólicos Rehabilitados, Aclad y Proyecto Hombre. Un plan que parte de la idea de que el botellón existe y que, tal y como admitió el presidente de la Diputación, puede tener aspectos positivos en la búsqueda de una forma de relación social, pero en el que se dan aspectos negativos por el consumo de alcohol que se deben erradicar.

La iniciativa sobre el botellón abordará así la información y la prevención sobre riesgos y sobre la reducción de daños que se pueden producir. La intención es desarrollar una serie de talleres de sensibilización e intervención en aquellos municipios donde se programan los botellones más multitudinarios, como son Viana, Boecillo, Íscar o Matapozuelos.

En los inicios del diseño de este plan, el Área de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales tenía ya sobre la mesa un protocolo de intervención en urgencias hospitalarias sobre los comas etílicos.

Aquí trabajaban de forma conjunta el Comisionado para la Droga, el Ayuntamiento de Valladolid, la Diputación, Atención Primaria y urgencias hospitalarias para que, tras el ingreso de personas jóvenes por el consumo de alcohol o drogas, pasen a alguno de los talleres y programas de la institución provincial para realizar, de forma siempre voluntaria, una intervención específica con el implicado y sus padres.

En una encuesta reciente elaborada por la Diputación a 1.332 jóvenes, como base del IV Plan Provincial de Juventud, solo el 20,7% de los encuestados asegura no beber nunca alcohol, mientras que el 48,7% lo hace de forma ocasional, el 27% los fines de semana, el 2,4% varias veces a la semana y solo el 1,3% a diario. La edad a la que la mayoría (un 30%) empieza a beber son los 14 años, aunque un 3,2% asegura haber empezado con tan solo 11. En el caso del consumo de drogas es un 81,7% los que aseguran no haber probado nunca estas sustancias y solo un 1,6% lo hace a diario.