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Feliciano Trebolle y Celso Almuiña, presidente del Ateneo, ayer en al Aula Triste del palacio de Santa Cruz.
«La sociedad sufre menos absolviendo a un culpable que condenando a un inocente»

«La sociedad sufre menos absolviendo a un culpable que condenando a un inocente»

El magistrado Feliciano Trebolle destaca que los jueces españoles son los que «más motivan sus fallos» de Europa pese a la «sobrecarga de trabajo»

J. Sanz

Miércoles, 20 de enero 2016, 09:56

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El presidente de la Audiencia Provincial, Feliciano Trebolle, realizó ayer una defensa a ultranza de la labor que realizan los jueces y magistrados, pese a la «sobrecarga de trabajo que soportan», y recordó que para conseguir una Justicia «ágil y de calidad» es necesaria una mayor inversión que se traduzca en la creación de «más órganos judiciales» y en la ampliación «de medios tanto personales como materiales» en los juzgados. El magistrado, fiel a su cruzada por acercar el mundo de los tribunales a la sociedad, fue el ponente de una charla sobre Sociedad y Justicia, organizada por el Ateneo de Valladolid, en el Aula Triste del palacio de Santa Cruz.

El también presidente de la Sección IIde la Audiencia, de la que han salido en los últimos años sentencias más que sonadas como las del caso Arroyo o las que llevaron a prisión a buena parte de los integrantes del clan de Los Monchines, defendió ante los asistentes la «calidad» de la administración de Justicia en España y destacó que los tribunales españoles «son los que mayor carga de trabajo tienen en Europa y los que motivan más sus resoluciones». El magistrado, eso sí, reconoció un pero a estos parabienes, como es la falta de agilidad en algunas resoluciones, que atribuyó al incremento de los asuntos que atiende cada juez, sobre todo, desde el inicio de la crisis, con casos flagrantes como los de los Juzgados de Instrucción, que pueden llegar a incoar hasta 6.500 asuntos cada uno al año.

«Si queremos conseguir una agilidad compatible con la calidad deben crearse más órganos judiciales, deben darse más medios materiales y personales y deben introducirse reformas legislativas derivadas de pactos de Estado encaminadas, entre otras cuestiones, a potenciar una Justicia más ágil a través de alternativas como la mediación intrajudicial». Todo ello, en su opinión, «sanearía el actual desbordamiento que sufren la mayoría de los juzgados».

Igual para todos

Pero la lentitud, en algunos casos, de los tribunales nada tiene que ver, prosiguió el magistrado, con la calidad, quien apeló a los presentes a desterrar frases como que la Justicia no es igual para todos o que favorece a ricos y políticos. Nada de eso, quiso aclarar antes de recordar que tanto famosos como empresarios adinerados o agentes e, incluso, jueces han sido condenados. «La Justicia no es solo de pobres», concluyó.

Trebolle, en cualquier caso, apeló a la necesidad de «seguir acercando nuestro trabajo a la sociedad» para que comprendan el por qué de algunas cuestiones que generan cierto debate social. «Los ciudadanos deben distinguir entre Justicia y Ley y conocer que cuando un juez absuelve, en la mayoría de los casos, lo hace aplicando la legalidad», que incluye principios ineludibles como la presunción de inocencia o el llamado in dubio pro reo (en caso de duda resolver a favor del sospechoso).

«Nosotros no hemos estado en el lugar de los hechos ni hemos visto cómo se han producido, pero contamos con la práctica de la prueba y con el principio de inmediación presenciar las declaraciones de acusados, testigos y peritos para llegar al convencimiento y a la seguridad de qué versión es la buena », resumió el magistrado antes de reiterar que, en caso de duda léase contradicciones imposibles de desenmarañar o falta de pruebas, «sufre menos la sociedad absolviendo a un culpable que condenando a un inocente».

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