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Cómo conducir en moto bajo la niebla

Cómo conducir en moto bajo la niebla

Todo apunta a que la Fiesta de la Moto, como tantas veces pasó en Pingüinos, estará dominada por las nubes bajas, un meteoro que siempre complica la vida al motero

Eloy de la Pisa

Sábado, 26 de diciembre 2015, 12:44

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Hay algunos que, no siendo moteros, nos gusta ir en moto. A un motero de rancio abolengo y curtida piel, es probable que lo de viajar entre la niebla no le suponga muchos problemas. Pero a los que vamos en moto, esto de circular entre nubes bajas, notar cómo nos patina la rueda de atrás, tener que desempañar la visera continuamente y demás adversidades no nos resultan tan normales. Y todo apunta a que la Fiesta de la Moto tendrá a este meteoro tan peculiar como protagonista. Aún es pronto para saberlo, pero las predicciones coinciden en que habrá o sol y heladas, o niebla y frío.

Total, que vamos a pensar que vamos a tener días de esos pucelanos en los que no se ve a tres en un burro, y desgranemos algunos consejillos para viajar en moto entre la niebla en las condiciones mejores dentro de lo que cada uno pueda.

1.- La visera. ¡Ay, la visera! En invierno es fácil que se empañe, y si hay niebla, ni te quiero contar. Conviene cambiarla al principio de cada invierno porque incluso una visera antivaho pierde sus propiedades con el uso (sobre todo al limpiarla por dentro con un trapo). La doble visera (con cámara de aire interior) es lo mejor. Pero si nada de eso tienes, solo te queda dejar una pequeña rendija entre visera y casco para que entre aire y la condensación desaparezca. Claro, eso significa frío en el rostro, pero....

2.- La velocidad. Es evidente que conducir en moto con niebla es muy peligroso. Eso es algo que hemos de tener presente siempre. Por tanto, lo de acercarse al coche para ver sus luces es un error. Si el coche frena o se equivoca... estás vendido. Con niebla solo hay una solución: reducir la velocidad, acercarse a la derecha y utilizar como referencia la línea continua del arcén.

3.- Más atención al retrovisor. Una recomendación que nace directamente de la anterior. Ceñidos a la derecha, y a moderada velocidad, el motorista es más vulnerable aún ante conductores temerarios que desprecian la niebla. Hay que estar por tanto especialmente vigilantes de los espejos y adelantarse a las reacciones de los demás. Pensar por ti y por el que viene suele ser una estrategia acertada para evitar accidentes.

4.- Las luces. Vale, las motos normalmente no llevan antinieblas de serie, pero en una ciudad como Valladolid quizá haya que pensar que es una inversión que merece la pena. (Puede rondar unos 150-200 euros, en función del modelo). La luz larga, con niebla espesa, olvídala. Solo provoca que la luz rebote contra la masa de agua en suspensión y que disminuya la visibilidad. Solo cuando percibamos que al dar la larga no se nos forma un muro delante, deberemos utilizarla.

5.- No adelantes, pecador. En las carreteras convencionales, mejor ni intentarlo. Por mucha máquina que llevemos, mucha aceleración y mucha mandanga. Déjalo, no lo intentes, no merece la pena. Corres un riesgo innecesario. Si hay que armarse de paciencia, se arma uno. Y si desesperas, pues paras a tomar un café y a estirar las piernas.

6. No te empeñes en seguir. Si no ves bien la carretera, si no estás seguro, si tienes dudas o estás cansado, detente y déjalo. Y si se acerca la noche, con más motivo. Con niebla y en moto y sin luz natural, mejor irse a dormir o a cenar.

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