Los langostinos triplican su precio a escasas horas de la Nochebuena... y pueden subir más

Para muchos, la mayoría, las angulas frescas nunca pasarán del mostrador de la pescadería a la mesa de Nochebuena. Demasiado parné incluso para la extra. Pero como mirar los precios es (todavía)gratis, pues miremos. El kilo del manjar cotizaba ayer, de media, a 825 euros en las lonjas del mercado del Campillo, según los datos que todas las semanas ofrece el Ayuntamiento. Y si dicen que estas son las Navidades de la recuperación, las angulas tal vez sean indicador de cómo anda la salud económica del país. Durante los años de bonanza, el kilo se despachaba a mil eurazos. Las últimas temporadas (2013 y 2014) el precio medio bajó hasta los 650 euros. Este año, el producto ha vivido un repunte, hasta los 825. La angula es el más caro de los productos navideños. Un menú exclusivo. Así que bajemos el listón.

Fijémonos en lo alcanzable. Los langostinos, por ejemplo. Una de las estrellas gastronómicas de estos días ha triplicado su precio durante el último mes. De los 11,40 euros que costaban el 19 de noviembre se ha pasado a los 34,98 euros de ayer. La gamba ha duplicado su valor, de 19,85 a 38,60. Yel besugo ya se ha puesto casi en los 50 euros el kilo (cuando hace tan solo un mes estaba a 36,95).

Y ojo, porque las noticias que llegan desde Galicia (uno de los principales suministradores de pescado y marisco) son que los precios pueden crecer aún más de aquí al jueves. Las lonjas gallegas alertan de que los vientos registrados durante los últimos días han impedido salir al mar, lo que ha diezmado la pesca. Los productos que se verán más afectados aseguran son la nécora y el besugo, que no solo es escaso, sino que además viene algo más pequeño de lo habitual. Pero también influirá en el precio de otros pescados habituales en la oferta navideña, como el rodaballo (14,90 euros) y la lubina (13,61). También el lenguado está al alza (27,93 euros ayer en El Campillo, casi ocho euros más que hace un mes).

Cuenta la prensa gallega que en la provincia de La Coruña hay puestos que incluso han cerrado esta semana porque la mercancía que llegaba era tan escasa que eso obligaría a fijar unos precios muy elevados que difícilmente encontrarían comprador. La previsión meteorológica no augura buenas noticias porque el viento seguirá soplando con fuerza y el mar de fondo impedirá que salgan de nuevo los barcos a faenar.

Así que, claro, este fenómeno de incremento de precios no se limita a Valladolid, sino que se comparte en todo el país. La asociación de consumidores OCU publicó el viernes un informe en el que concluye que la cesta de la compra navideña se ha encarecido en una media que ronda el 8% y que las mayores subidas se dan en los mercados tradicionales «y en las cadenas de alimentación más baratas, con una mayor afluencia teórica de consumidores, y que aprovechan ahora para incrementar sus precios».

Pero esto se produce, sobre todo, en el pescado y el marisco fresco. El congelado y las carnes viven una política de precios mucho más estable, no solo en relación con los valores de hace un mes, sino también con la cotización del año pasado, que es casi calcada en el lechazo, el capón o el solomillo. La fruta está este año más barata que en la Navidad de 2014, según los datos que ofrece el Ayuntamiento con los precios medios del mercado del Campillo.

Este fin de semana se aventura como uno de los más concurridos en los mercados y el comercio vallisoletano. De hecho, las tiendas de proximidad (del centro y los barrios) han anunciado que abrirán este domingo (de elecciones) para aprovechar el tirón de las últimas compras para Navidad.