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El presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos (segundo por la izquierda), imparte una conferencia en la Universidad de Valladolid.
El presidente del Constitucional afirma en Valladolid: «No está el horno para bollos»

El presidente del Constitucional afirma en Valladolid: «No está el horno para bollos»

Pérez de los Cobos pronuncia una conferencia en la UVA en la que evita la referencia expresa a Cataluña pero explica que «el TC no está para resolver conflictos políticos»

J. Asua

Jueves, 12 de noviembre 2015, 14:25

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El presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, ha evitado pronunciarse sobre el conflicto catalán y a preguntas de los periodistas ha dicho que «no está el horno para bollos». Pérez de los Cobos ha pronunciado en la Universidad de Valladolid, ante un paraninfo abarrotado, una conferencia sobre la interpretación de la Constitución. En el transcurso del acto no se ha referido de forma directa al conflicto de Cataluña, pero sí ha explicado que «el Tribunal Constitucional no está para resolver problemas políticos», pero sí para fijar los límites ante agresiones a la Constitución.

El acto en el paraninfo de la Facultad de Derecho ha estado presidido por el rector de la UVA, Daniel Miguel San José, y organizado por el Decanato de la Facultad de Derecho y el Área de Derecho Constitucional.

Antes de acudir a la Universidad, el presidente del Constitucional fue recibido por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

De los Cobos ha expresado la necesidad de que el Constitucional «no pierda nunca de vista el papel institucional que le es propio y lo ejerza con la máxima prudencia», y ello ante el «peligro de deslizamiento que está siempre presente» si entrara en funciones impropias y que menoscabarían su propia razón de ser.

A lo largo de una conferencia de casi una hora y eminentemente técnica, el magistrado ha puesto de manifiesto que la Constitución no sólo es un texto normativo de gran complejidad sino que tiene un carácter de «pacto fundacional, ocupa el papel de cabecera del ordenamiento jurídico y nace llamado a desplegar un influjo decisivo tanto en la interpretación del sistema normativo como del alcance de las funciones de los diversos poderes del Estado», así como a canalizar y limitar el enfrentamiento político en la sociedad y a determinar un ámbito para la libre acción política, según informa Europa Press.

Problema de interpretación

En este sentido, el conferenciante ha incidido en el «problema» que plantea la Constitución desde el punto de vista de su interpretación, y es ahí donde ha situado al Tribunal Constitucional como su «máximo intérprete, pero siempre de forma fundamentada y justificada», y para lo cual ha hecho un repaso de las diferentes formas de hacerlo, desde la lectura literal como método prioritario cuando se trata de su parte orgánica, hasta la teleológica o la sistemática, junto con principios como los de optimización o proporcionalidad, entre otras.

Con respecto a esta última, que ha calificado de «utilísima», el jurista ha advertido de que lleva aparejados distintos peligros, entre ellos cuando «puede llevar al Constitucional a una posición que no le es propia, la del legislador ideal, pues no puede realizar funciones de oportunidad o políticas sino limitarse a realizar el juicio técnico-jurídico que le es propio».

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