Vicente Garrido Capa: «En la era de Internet, el contacto humano de la Feria sigue siendo algo imprescindible»

Si en existiera un Pasapalabra vallisoletano y la pregunta fuera: ¿Empresario de Valladolid? no haría falta darle ninguna pista al concursante. Como es sabido, empieza por V, por G y por C. Mañana, este «defensor de la industria y de la producción», como él mismo se define, será uno de los homenajeados en la Feria de Muestras. Vicente Garrido Capa, presidente de Lingotes Especiales, continúa en activo cuando otros llevan 20 años jubilados. Presidió la institución ferial desde 1987 hasta 2006.

Estuvo casi veinte años al frente de Feria de Valladolid, ¿qué recuerdos de aquella etapa atesora con más cariño?

La inauguración del nuevo recinto ferial, tras mucho trabajo y no pocos problemas. Se hizo un pabellón central nuevo y se acondicionaron los dos laterales, un proyecto que conseguimos que Bruselas subvencionara con 1.500 millones de las antiguas pesetas. Posteriormente se haría el pabellón trasero, pero aquella fue la primera actuación importante, la que hizo grande a la Feria.

¿Por qué la Feria Internacional de Muestras ha dejado de ser un acontecimiento para la ciudad?

En su día se presentaba como el inicio del curso económico de Castilla y León y así fue durante unos años, pero después se fue diluyendo por una conjunción de factores. La Feria general, incluso como concepto, ha ido decayendo y en España, de hecho, quedan muy pocas. En Valladolid era una cita obligada para casi todos, para pasar el día en familia o con los amigos, para tomar el aperitivo o comer, y también para comprar; un centro de reunión.

¿El declive comenzó cuando se suprimió la presencia de maquinaria agrícola?

Aquello fue un acuerdo tácito con Salamanca, pero la maquinaria tampoco tuvo nunca la importancia que tiene en la Feria Agrícola actual, que es una monográfica realmente buena. De la Feria de Muestras se han ido desguazando elementos como la maquinaria, pero también la ganadería, la restauración, etc.

Hay quien considera que certámenes como la Feria de Muestras quedarán como vestigios de la era pre- Internet...

En parte es cierto, pero yo creo que, a pesar de que lo tienes todo a mano con dar una tecla, el contacto humano continúa siendo imprescindible. Seguimos necesitando poner rostro, tocar... Hace unos días vi unos aspersores para regar que me convencieron y busqué en Internet quién era el representante del producto en España. Cuando me enteré de que estaba aquí mismo, en el Polígono de La Mora, me llevé una alegría enorme.

¿Qué ferias sectoriales se organizaban en su época y ahora son impensables?

La mayoría deben mantenerse, pero evolucionando. Hay que apostar por monográficas fuertes adaptadas a las exigencias del mercado.

¿El cambio de rumbo de la Feria de Valladolid es inevitable o basta buscar otros nichos de mercado adecuados a los nuevos tiempos?

Lo cierto es que ahora todo lo nuevo está condicionado por las nuevas tecnologías. Pero lo importante es mirarse menos el ombligo y mirar más alrededor, dentro y fuera de España, para aprender de los aciertos y para no cometer errores. Copiar lo bueno, adaptándolo a nuestras características, y desechar lo malo.

¿Cuál ha sido tradicionalmente el nivel de compromiso de las empresas de Valladolid con la institución ferial?

En nuestro caso, no tenía demasiado sentido pero, y aunque no soy quién para dar consejos, las empresas que puedan tener ventas y posibilidades de negocio sería bueno que estuvieran presentes.

La presidencia de la Feria de Valladolid, a diferencia de otras, es un puesto sin remunerar ¿es un error o un acierto?

Un acierto. Nosotros aprobamos los estatutos que rigen ahora y que establecen que los presidentes del pleno y del comité ejecutivo sean cargos sin remunerar, y que el director general de la institución (que sí que es asalariado) sea un profesional y no un político. Ahora, hasta Madrid nos ha copiado.

Bajo su presidencia el recinto fue objeto de una profunda remodelación, ¿es el momento de un nuevo lavado de cara?

No lo creo. Tiene unas instalaciones excelentes, lo que hay que hacer ahora es mantenerlas.

¿Valladolid necesita un palacio de congresos, o con rentabilizar el recinto ferial y el auditorio es más que suficiente?

En nuestra comunidad autónoma hay mucha tendencia a tener un original y ocho copias de todo. Hay cosas que no son necesarias y, menos, cuando hay otras prioridades evidentes. Tenemos el recinto ferial, el Miguel Delibes, el Conde Ansúrez... podemos hacer muchísimas cosas con esos mimbres.