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Víctor Vela
Jueves, 3 de septiembre 2015, 09:31
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Pues claro que se va un pico en los cuadernos, en las témperas, en las cartulinas y plastilinas. Calculan las asociaciones de consumidores que, de media, cada familia se gasta 75 euros en material escolar (libros aparte), lo que para muchos hogares es una tortura a la hora de cuadrar las cuentas de septiembre. La Concejalía de Educación comienza a recibir hoy y durante diez días (en la planta segunda de San Benito, despacho 48) las solicitudes para que las familias interesadas opten a las ayudas municipales convocadas para «facilitar el acceso» académico «a toda la población en igualdad de oportunidades». El Ayuntamiento destinará una partida de 20.000 euros con el objetivo de otorgar 400 ayudas para material, de 50 euros cada una y compatible con otras becas o subvenciones. Una familia con varios hijos podrá recibir, como máximo, 200 euros.
A cambio, la administración local sí que exigirá requisitos. Están los económicos, claro. Por ejemplo, que los ingresos de la unidad familiar dependan de la renta garantizada de ciudadanía o de la prestación de 426 euros. Además, deberá estar al corriente de sus obligaciones tributarias. Y_los chavales tendrán que ir a clase. El programa municipal de absentismo escolar comprobará que el alumno perceptor de la ayuda acude al cole o al instituto. Si no fuera así, el Ayuntamiento «podrá exigir la devolución de la ayuda concedida». Las solicitudes se pueden presentar ya en San Benito._Tres técnicos atenderán a las familias interesadas, que deberán llevar el DNI_y el justificante de prestación de la renta garantizada o la percepción de desempleo. La concesión dependerá de una comisión de valoración.
Esta línea está dirigida a alumnos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, y aquellos que la reciban tendrán que justificar después su destino. Para ello, deberán «presentar (antes del 30 de diciembre) las facturas expedidas por la librería o papelería local, a nombre del firmante de la solicitud de ayuda». La concejala de Educación, Victoria Soto, advierte de que para la justificación no valdrán tickets sin identificar. Tendrán que ser facturas. Soto entiende que con esta medida se cubre un vacío «porque la mayor parte de las ayudas iban para los libros de texto. El material escolar supone también un gasto importante. Cáritas y Cruz Roja ya tenían programas propios, pero había que reforzarlo desde la administración», apuntó Soto.
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