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Tráfico por la Avenida de Salamanca, una de las vías donde más se ha notado el descenso de vehículos.
Las calles de Valladolid registran una caída del tráfico del 26% desde 2005

Las calles de Valladolid registran una caída del tráfico del 26% desde 2005

El Ayuntamiento prepara un mapa actualizado de los desplazamientos para ver cómo ha influido la crisis y el descenso de población

Víctor Vela

Martes, 1 de septiembre 2015, 09:22

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¿Quiere un ejemplo? «Cualquiera que circule con su vehículo por la avenida de Salamanca, por Juan Carlos I o Isabel la Católica se habrá dado cuenta». Roberto Riol, jefe del servicio de Movilidad del Ayuntamiento, le pone comillas a la percepción cotidiana. Hay menos tráfico. Los cálculos hablan del 25,7% menos desde 2005, el año en el que se elaboró la última radiografía sobre los desplazamientos que registra a diario la ciudad. Ahora, diez años después, el Ayuntamiento prepara un nuevo mapa que dibuje la rutas cotidianas de los vallisoletanos. Hacia dónde vamos, qué medios de transporte utilizamos, cuánto tiempo tardamos. La ciudad y los hábitos de sus vecinos ha cambiado tanto desde 2005 que se hace imprescindible esta actualización para abordar luego políticas concretas como el diseño de las líneas de autobús, posibles peatonalizaciones, el trazado de caminos seguros para ir andando a los coles o aparcamientos disuasorios.

Los datos que manejaba hasta ahora la concejalía de Seguridad y Vialidad dicen que el 53% de los desplazamientos que a diario registra la capital se hacen a pie. El 29% son con el vehículo privado y tan solo el 12% en transporte colectivo. El resto, el 6%, apunta a otros medios, como la bici o la moto, que han subido de forma clara en estos últimos años. En 2005, las calles de Valladolid contabilizaban 880.000 desplazamientos al día. Cada persona realizaba, de media, 2,45 viajes o paseos por la ciudad. En 2015, las primeras apreciaciones dicen que nos movemos menos, 2,31 viajes de media, lo que unido a una caída de la población arroja una cifra de cerca de 700.000 desplazamientos al día. Esto supone una descenso aproximado del 25,7%, que ha ido más o menos paralelo en todos los medios de transporte. «Lo que sí se ha notado es ese incremento de ciclistas por la ciudad», también de motos, «pero no tanto a costa del vehículo privado como del uso del transporte público», apunta Riol.

Nuevas líneas y trayectos de Auvasa a partir de 2016

  • Una de las primeras consecuencias que tendrá esta recopilación de datos será la modificación de líneas y trayectos que organiza Auvasa y que estará lista a lo largo de 2016. El concejal Luis Vélez aseguró ayer que ya se está trabajando en ello y que para el diseño se está contando también «con las aportaciones que hacen los propios conductores de Auvasa». El objetivo del equipo de Gobierno es «frenar la sangría de pasajeros» que vive el transporte público en Valladolid. Para ello no solo se modificarán líneas, sino que también se ha anunciado un cambio de tarifas y de tipo de bonos que se haría efectivo el próximo año. «A primeros de año ya habrá novedades, pero la mayor modificación de tarifas se hará a lo largo de 2016», apuntó Vélez. El anterior plan de movilidad, de 2005, ya alertaba de que uno de los grandes problemas del transporte público en la ciudad es su baja velocidad comercial (de 12 kilómetros por hora en las líneas con más usuarios). El PSOE propuso en su programa medidas como sistemas de validación del billete en las marquesinas para agilizar el acceso al autobús.

¿A qué se atribuye ese descenso en los movimientos por la ciudad? La crisis, claro. El desempleo, por supuesto. Esto provoca menos idas y venidos a los lugares de trabajo (se han notado, por ejemplo, los flujos hacia los polígonos), pero también una caída de los desplazamientos por motivos de ocio: menos salidas a bares o restaurantes, al cine... Y eso, a pesar del ligero repunte registrado en los últimos meses gracias a la recuperación económica. A esto se suma la caída de población. El padrón de la capital sumaba 321.001 vecinos en 2005. Ahora (la última cifra es del 1 de julio de este 2015), son 306.238. Eso sí, de forma paralela se ha disparado la población en los municipios del entorno, lo que ha trasladado la ruta de movimientos hacia ciertas vías de acceso a la ciudad y traslados interurbanos.

Bajo estas premisas, el Ayuntamiento quiere conocer cómo han cambiado en estos diez años nuestros hábitos de movilidad. Para ello, relanzará durante las próximas semanas varias encuestas. La más importante de todas alcanzará a 12.000 personas, con la visita a cientos de hogares para que contesten a varias preguntas. Por ejemplo, cuántos viajes hacen al día, cuál es su origen y destino, por qué medio de transporte o por qué en ese y no con otro. Estas entrevistas ya se empezaron a realizar a principios de este año pero los encuestadores tuvieron que parar en mayo por hallar una «distorsión» en las respuestas. La campaña electoral condicionaba las apreciaciones, había un claro «índice de rechazo al anterior equipo de Gobierno», como explicó ayer el concejal de Vialidad, Luis Vélez.

Llamada a la participación

Esas encuestas hostiles, al ser tan generalizadas, no parecían representativas y por eso se decidió detener temporalmente las entrevistas. Ahora, una vez pasado el verano y recuperada la actividad habitual (de colegios, universidad y trabajo) se retomarán los cuestionarios. El alcalde, Óscar Puente, hizo ayer un llamamiento para la colaboración ciudadana y solicitó ayuda a los vecinos para responder a los encuestadores que visiten su vivienda (desde el 5 de octubre al 30 de noviembre).

De forma paralela, la empresa Tema Grupo Consultor, realizará más de 5.000 entrevistas a usuarios de Auvasa (dentro del mismo autobús) y eso se completará con encuestas en las vías de acceso a la ciudad, en la estación de autobuses y las líneas regulares con los pueblos, y con la recogida de datos en torno al aeropuerto y la estación de ferrocarril.

Eso, unido a grupos de trabajo y debate con colectivos y asociaciones, dará una visión general del tráfico en la ciudad, que se completará con los datos objetivos obtenidos, por ejemplo, con el conteo de las rodaduras de vehículos que atraviesan determinadas calles.

Y sin duda habrá modificaciones respecto a esa última radiografía, que databa de 2005. Porque no solo ha afectado la crisis y el descenso de población, sino también la propia fisonomía de la ciudad, que influyen en los flujos de tráfico. En estos años, por ejemplo, se ha vaciado el centro de varios edificios administrativos (como Hacienda, la Seguridad Social), han florecido nuevos barrios más alejados del centro, como Villa de Prado o el entorno del nuevo hospital, se han abierto rondas (como la exterior) que han asumido parte del tráfico que transitaba antes por la avenida de Zamora. También se han abierto aparcamientos subterráneos en la almendra del casco histórico, como Portugalete (2008) e incluso Zorrilla (que abrió a finales de 2004).

La intención municipal es que este nuevo mapa del tráfico de Valladolid esté listo para finales de noviembre y que sirva como herramienta para futuras planificaciones políticas y sociales.

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