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Participantes en la recreación histórica de la boda de El Empecinado.
Castrillo de Duero celebra de nuevo la boda de su vecino más ilustre

Castrillo de Duero celebra de nuevo la boda de su vecino más ilustre

Los vecinos del pueblo participaron en una recreación histórica de la ceremonia y del convite nupcial de El Empecinado

AGAPITO OJOSNEGROS

Domingo, 2 de agosto 2015, 18:53

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Una máxima, una de esas frases lapidarias que sientan cátedra, dice que aquel pueblo que no conozca su historia está condenado a repetirla. Los vecinos de Castrillo de Duero no solo conocen su pasado, sino que también están orgullosos de él y, además, como sucedió ayer, están dispuestos a recrearlo gustosamente e invitar a todo el mundo a compartirlo con ellos. La jornada comenzó temprano con la recreación de la siega y la trilla de antaño y acabó con los últimos rayos de sol celebrando el convite de la boda de su vecino más ilustre y querido: Juan Martín Díez, el Empecinado. Así que lo bueno, si se repite, pues dos, tres, cuatro, mil veces bueno.

Por segundo año consecutivo los castrillenses se volcaron con los esponsales del Empecinado y de la que desde el 1 de marzo de 1796 es su esposa, Catalina de la Fuente, natural de la localidad burgalesa de Fuentecén. Alrededor de 40 vecinos acompañaron a los actores que dieron vida a los novios, María García y Jonatán Machín. Tanto unos como otros se vistieron para la ocasión con trajes de la época, de finales del siglo XVIII piensen en cualquier cuadro de Goya. La comitiva se confeccionó los suyos propios y los esposos lucieron ropajes de la Casa de los Picos de Villarmentero. Ambos trajes típicos de boda castellanos; original el de la novia y un réplica el del consorte.

El ceremonial empezó con la llegada de Catalina en carro engalanado hasta la Plaza Mayor, donde la esperaba un numeroso público que la acompañó hasta la casa de una tía donde esperaría al novio. Este llegó a buscarla poco después acompañado de música de dulzaineros, cortejo goyesco y numerosos vecinos. De allí, con la incorporación de los novios y de los padrinos, todos a la iglesia donde tuvo lugar el casamiento durante una misa plagada de divertidas anécdotas. Finalizada la ceremonia tuvo lugar el convite en la Plaza Mayor, donde se bailaron jotas y se convidó a limonada y pastas a todos los invitados.

Esta segunda y también exitosa boda del héroe castrillense fue organizada la Asociación Empecinados por Castrillo con objeto de dinamizar la localidad y dar a conocer su historia y patrimonio.

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