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Momento del zambombazo en la plaza Mayor de Íscar .
La lluvia también quiere fiestas en Íscar

La lluvia también quiere fiestas en Íscar

Con el último día de julio comenzaron las fiestas patronales con el tradicional desfile de peñas y el 'zambombazo'

c. catalina

Sábado, 1 de agosto 2015, 09:17

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Sonaban las campanadas del reloj de la villa carpintera marcando las ocho de la tarde, que apenas se pudieron oír del bullicio y griterío de los allí congregados, cuando los tres potentes cohetes cuyas mechas habían prendido Marta, Carla y Andrea, acompañadas del nuevo regidor, Luis María Martín García, salieron desde el balcón consistorial. Todos dejaban una estela de contagiosa alegría que automáticamente cubrió la Plaza Mayor de Íscar de una densa nube de burbujas producto del descorche de más de un millar de botellas de cava.

Se repetía, un año más, un ya viejo ritual denominado zambombazo, que en la tarde de ayer hacia estallar Íscar en fiestas. Este año con una visitante inoportuna, como fue la lluvia que cayó junto con algo de granizo horas antes del comienzo de la fiesta, aunque sin lograr agostarla. Cinco días con sus cinco noches, superado el recorte del pasado año, en los que música y toros, así como otras variadas propuestas, cobrarán protagonismo durante dichas jornadas. Un protagonismo del que también serán partícipes El Abuelo, la decana de las peñas iscárienses; La Popular, con su incombustible charanga Sonido Ibérico, que portaba un cartel con la imagen del que ha sido su alma mater y ahora alcalde con la leyenda Se busca; y El Ruedo, con su medio siglo de vida ya cumplido, que iba acompañada de la charanga riojana Makoki el Kan y su Grupo Vela, como lo lleva haciendo desde hace cuatro décadas.

Alegría y ganas de fiesta en la mayoría de los congregados en la plaza y sus aledaños, peñistas y no peñistas, vecinos y forasteros, y hasta la clase política y las reinas de las fiestas; primero en lo alto del balcón y después a pie de calle, derrochaban a raudales botella en mano lanzando su espumoso contenido a todo aquel que se ponía delante.

La misma que ya muchos hicieron patente la noche antes en el transcurso de la tradicional proclamación de las madrinas de las peñas El Abuelo, La Popular y El Ruedo, al que siguió un animado concierto tributo a la música de los años 70 y 80 del pasado siglo que calentó el ambiente, hasta que la lluvia comenzó a arreciar, de cara a la llegada del mágico momento del zambombazo.

Antes, y como manda la tradición, tuvo lugar el pasacalle de la Asociación Musical Iscariense, que daba paso a la ofrenda floral a la patrona, la Virgen de los Mártires. Después, como una serpiente multicolor, cuando el reloj de la villa marcaba las siete de la tarde, calle Real abajo, el siempre espectacular y multicolor desfile de las peñas iscarienses. A las 21:30 horas se dio paso al primero de los encierros urbanos.

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