Trifulca en una piscina de Valladolid por la prohibición a los niños de usar manguitos

Llevan más de un mes yendo a la piscina municipal de Juan de Austria. Han pagado 126 y 98 euros por los abonos de toda su familia. Y el sábado algo cambió. Las dos niñas de Roberto y Soraya, de cuatro y cinco años, y el niño de cuatro de David y María fueron expulsados del agua por la socorrista de esta piscina. La razón, estar nadando con manguitos en la piscina grande. Hasta ese día nadie les había prohibído disfrutar del agua con estos pequeños flotadores, pero ese día sí pasó. Al día siguiente, el socorrista que se encontraba en la piscina no les dijo nada y los niños pudieron volver a usar los manguitos para bañarse. Pero ayer, una tercera socorrista volvió a echarles del agua. Y el conflicto pasó a más.

Los padres de los menores decidieron que no iban a salirse del agua, que no entendían por qué los niños no podían usar los manguitos en la piscina. Y la socorrista, como máxima competencia dentro de la piscina, llamó a la Policía Local.

Hasta el lugar se trasladaron dos agentes en coche y otros dos en moto, para mediar entre los padres afectados y la dirección del recinto, pero no pudieron solucionar la disputa.

La socorrista y los encargados alegan como motivo de la expulsión el artículo 13h de la normativa de uso de piscinas municipales, que especifica que «se prohíbe el uso de aletas, colchonetas, gafas de cristal o cualquier otro elemento que pueda dañar o molestar a los usuarios». Este artículo no hace referencia explícita a los manguitos, pero los responsables de esta piscina los incluyen dentro de él. Por otro lado, el artículo 14c de la misma normativa especifica que «si se precisa algún elemento de aprendizaje de la natación puede solicitarse al socorrista, devolviéndolo posteriormente», lo que conlleva una contradicción con el argumento de los responsables de la piscina, ya que este segundo artículo especifica que si alguien pide los manguitos al socorrista, si podría utilizarlos, pero en caso de que los manguitos sean propios, no.

El uso de estos artilugios de ayuda al baño es más común en las piscinas cubiertas que en las descubiertas, pero el reglamento de uso de las piscinas especifica claramente que la norma es válida para ambas.

Los padres han interpuesto dos hojas de reclamaciones en el registro quejándose de la expulsión, ya que no solo les ha generado la molestia de no poder bañarse con sus hijas porque se meten al agua con ellas. «No les ponemos los manguitos y las dejamos flotando mientras nos vamos por ahí. Estamos nadando a su lado», afirma. Pero es que además la intervención de la Policía provocó cierto desasosiego en las niñas, que se asustaron al saber que los agentes iban a intervenir: «Pensaban que habían hecho algo malo, mi hija ha salido llorando de la piscina y ahora no quieren volver a meterse en el agua», sentencian David y María.

La normativa no lo prohíbe

Fuentes de la Fundación Municipal de Deportes consultadas confirman que no existe ninguna normativa que prohíba el uso de los manguitos en las piscinas, pero que el sentido común dice que los niños deben bañarse en la piscina de vaso pequeño por su seguridad. Aun así, si los padres deciden meterse en la de vaso grande con los hijos al lado y velan por su seguridad, los niños pueden permanecer en el agua con los manguitos, pero no si se quedan solos. También confirman que el de ayer ha sido un incidente provocado por una serie de malos entendidos que han causado problemas.