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Entrada a los juzgados de la calle Angustias.
El 31 de julio los juzgados de lo Social se trasladarán a la calle Angustias

El 31 de julio los juzgados de lo Social se trasladarán a la calle Angustias

Las vistas seguirán hasta octubre en la plaza del Rosarillo, mientras se adapta el espacio que ahora ocupa Notificaciones

M. J. Pascual

Miércoles, 24 de junio 2015, 18:23

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Mientras el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valladolid se pone de acuerdo con el Ministerio sobre si se reubica o se entierra definitivamente el proyecto del Campus de la Justicia de Valladolid en la parcela de Girón, en la Administración de Justicia se están dando pasos para unificar, en la medida de lo posible y pasito a pasito, las sedes que están dispersas por toda la ciudad, de la calle Angustias al Paseo Arco de Ladrillo, pasando por García Morato, San José o Nicolás Salmerón.

El objetivo que se persigue, señalan desde el Decanato de los Jueces de Valladolid es de sentido común: facilitar el acceso a la Justicia de los ciudadanos y también de los profesionales, que en los traslados a una punta y otra de la ciudad pierden un tiempo que no solo es oro, sino una importante contribución a agilizar los procesos judiciales, endémicamente lentos. Si, además, se ahorra algo de dinero público en el coste de los arrendamientos que comportan esta multitud de sedes, la medida, hasta en tanto no se disponga de una única sede definitiva para todos, no deja de ser vista con buenos ojos por todo el estamento judicial vallisoletano, desde los abogados y procuradores hasta los funcionarios. El coste anual de los arrendamientos de sedes de Valladolid, según los datos facilitados por el Ministerio de Justicia correspondientes al último año se acerca a los 1,3 millones de euros. Solamente la renuncia al alquiler del piso donde se ubica el cuarto juzgado de lo Social, anejo al edificio de la plaza del Rosarillo, sede de esta jurisdicción, ya supone un ahorro de 30.000 euros al año, subrayó el decano de los jueces de Valladolid, Ignacio Segoviano.

El plan es que el 31 de julio comience el traslado a la sede de la calle Angustias y se aproveche el mes de agosto, que es inhábil, para acometer las obras de adaptación del nuevo espacio que ocuparán los cuatro juzgados de lo Social, y que se ubica en lo que actualmente es el Servicio Común de Notificaciones y Embargos. «El problema que tenemos con el Juzgado número cuatro de lo Social es que no cumple mínimamente las medidas de seguridad y la accesibilidad para personas con discapacidad es muy mala así que, en vista de que la unificación de sedes va para muy largo, se ha pensado en la reubicación como medida menos mala», explicó Ignacio Segoviano.

Se prevé que en el próximo mes de septiembre, cuando arranque de nuevo el curso judicial, estará terminada la reubicación de espacios, si bien las vistas ya señaladas en la jurisdicción social se seguirán celebrando en la sede actual hasta el mes de octubre «para evitar problemas con las citaciones y los asuntos ya señalados» indicó Segoviano, que es titular del Juzgado de Primera Instancia número 15 (en la abigarrada sede de Nicolás Salmerón).

Multiusos

Pero los espacios de la plaza del Rosarillo número uno no se abandonan completamente. Justicia seguirá ocupando la planta baja del inmueble que, una vez remodelada, albergará el servicio común de Notificaciones y Embargos y a sus treinta funcionarios procedentes de la calle Angustias, además de los despachos para los tres jueces de adscripción territorial (refuerzos itinerantes) y un aula de informática. A su vez, los cuarenta funcionarios de los cuatro Juzgados de lo Social se instalarán en las remodeladas dependencias de la oficina común de Angustias. En este espacio está previsto que se construyan dos nuevas salas de vistas exclusivas para lo Social, con salas de conciliación previas. «En la sede de Rosarillo se van a mantener las dos salas de vistas, de momento, hasta que se vayan acoplando a los cambios, pero la idea es que no quede ninguna, de manera que aquí se pueda disponer de un espacio multiusos», indicó.

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