Un policía local captura la culebra que se introdujo en un garaje de Villa de Prado

«La verdad es que sí que teníamos cierta intranquilidad y nos alegra que la hayan podido capturar», reconocían ayer un grupo de vecinas de la urbanización La Olma, en Villa de Prado, instantes después de que un policía municipal lograra capturar una culebra de 1,8 metros de longitud que llevaba cuatro días conviviendo con los residentes en el garaje comunitario.

El reptil, aunque inofensivo, pertenece a una especie de culebra, la bastarda, que resulta ser la más grande que habita en la península ibérica. Así que a los vecinos les generaba, como mínimo, «cierto respeto» deambular por el aparcamiento desde que fue vista por primera vez por uno de ellos el pasado martes. Los propios residentes habían llamado en innumerables ocasiones a los servicios de emergencia esta semana, pero los propios agentes locales y los laceros municipales estos últimos solo trabajan en horario de mañana y en días laborables no habían conseguido localizar a la serpiente cuando acudieron al bloque.

De manera que muchos vecinos, un tanto atemorizados por la presencia del reptil, habían optado por estacionar sus vehículos en la calle para evitar sorpresas desagradables. «Parece que no hace nada, pero sí se te mete en el coche sales pitando», incidían ayer los vecinos de esta amplia urbanización situada al borde de la avenida de Salamanca y que tiene la entrada al garaje por la calle Monasterio de San Juan de la Peña.

El caso es que uno de los residentes volvió a toparse con la culebra bastarda en la mañana de ayer y, esta vez sí, los agentes que acudieron a la urbanización lograron capturarla al filo de las 11:00 horas sin la ayuda de laceros profesionales. «El policía dijo que se atrevía con ella, se enfundó los guantes y la cogió a mano», relataron fuentes del 092.

El reptil fue introducido en una bolsa, con la ayuda de su compañero, y «fue trasladado al Centro de Recuperación de la Cañada Real para que los especialistas decidan qué hacer».

La culebra bastarda es una especia relativamente habitual en la provincia, aunque su hábitat natural suele ser más cálido y se sitúa más al sur de la península. Este tipo de reptil no es venenoso, suele frecuentar lugares húmedos y se alimenta de otros pequeños animales. Su singularidad pasa, sobre todo, por su tamaño, ya que un ejemplar adulto puede llegar alcanzar los 2,5 metros.

«La verdad es que nos tranquiliza saber que la han capturado», concluyeron los residentes de La Olma.