La nave provisional del Val se reutilizará como edificio municipal en otro espacio

Aquí ya no se tira nada. Ni se guarda en el trastero. Como los eficientes amos y amas de casa, especialistas en la gestión de sobras de nevera, el Ayuntamiento de Valladolid tiene intención de reutilizar la nave provisional que acoge a los industriales del Val en la plaza de Poniente cuando concluya la reforma del edificio histórico. El proyecto se estudia ya en los despachos del actual equipo de gobierno que ve muchas posibilidades a este contenedor fácilmente desmontable, con una superficie de 660 metros cuadrados y de instalación sencilla, ya que no hace falta cimentación tradicional, sino que se asienta sobre una especie de zapatas que lo elevan unos treinta centímetros del suelo.

¿A qué se podría destinar? Los actuales responsables del Consistorio barajan varias opciones. Desde un vivero de empresas para emprendedores a un centro de actividades ciudadanas. Aún no se ha concretado, pero la intención de aprovechar este mecano de chapa galvanizada y cristal parece firme. Si los plazos de ejecución de la obra estrella del mandato se cumplen, la nave, levantada por la empresa Inmeva tras una inversión de 423.675 euros, quedará libre en diciembre.

El coste de su desmontaje y traslado rondarían los 50.000 euros. Por ese dinero, el inmueble se podría transplantar a cualquier parcela de propiedad municipal. Una vez elegido el enclave, únicamente haría falta conectar este espacio de quita y pon a la red eléctrica y al sistema de saneamiento y agua potable. Aunque ahora no cuenta con calefacción, está preparado también para albergar un sistema de climatización que le dé más confort. La instalación de esta nave en Poniente provocó el rechazo de algunos colectivos, en especial de Ecologistas en Acción, que criticaron la ocupación de un parque histórico por contravenir el PGOU. Primero, los tribunales, y más tarde, el uso cotidiano confirmaron que el montaje no ha provocado daños de ningún tipo a este jardín al situarse en la parte central de la plaza. Además, ha dejado libres los recorridos peatonales y la zona de juegos infantiles, probablemente el lugar más utilizado en esta área verde en el corazón de la ciudad.

Mientras se estudia el destino esta inversión reutilizable, los operarios de la empresa Sacyr trabajan a buen ritmo en el edificio histórico. En este momento, se excava la planta sótano que bajará hasta los cuatro metros de profundidad. Este espacio en el subsuelo dará cabida a un supermercado, que explotará la cadena DIA. Es la parte más complicada del tajo. Una vez superada, el resto es más sencillo, ya que las isletas de los 48 puestos de venta al detalle repartidas en módulos de cuatro para que todos tengan la ansiada esquina son prefabricadas con lo que su instalación es relativamente sencilla. A la preparación de la planta de calle y principal, se sumará la construcción de un forjado en la parte alta del Val para crear una entreplanta que acogerá la zona de restauración, estancias administrativas y una sala multiusos. Será en la última fase cuando se derriben los muretes de ladrillo caravista de los dos laterales y se comience con el acristalamiento, la intervención que cambiará por completo la imagen de estas instalaciones de abastos.

Fuentes de la dirección de la obra aseguraron que la ejecución va en plazo con el objetivo de estrenar el nuevo Val las próximas Navidades. Durante la obra se han encontrado varias atarjeas del edificio del XIX sin valor histórico. El Ayuntamiento trabaja ahora en la elaboración del pliego para sacar a concurso los puestos vacantes. Actualmente, hay 29 industriales con espacio reservado, con lo que habría capacidad para otros 19 puestos, que, en cualquier caso, no podrían ser carnicerías ni pescaderías porque esa oferta ya está copada. Entre los interesados en contar con una tienda en el Val ya hay un puesto de especias o una ostrería, entre otras propuestas. Los industriales, por su parte, negociarán con el aparcamiento de la Plaza Mayor ya tienen un acuerdo con el de Isabel La Católica para contar con plazas de estacionamiento más cercanas al futuro mercado, después de que se descartase excavar un subterráneo para coches bajo el Val.