Y en el viñedo quieren frío

En las zonas de viñedo reclaman frío para evitar que las viñas arranquen antes de tiempo y se vean soprendidas en la floración por las heladas tardías que puedan llegar. De mantenerse las condiciones térmicas actuales, como explican desde el Consejo Regulador de la Ribera del Duero, lo que sucedería es que la brotación de las viñas podría adelantarse, algo que en principio tampoco debería suponer problema alguno pues el ciclo va con algo de retraso. De momento las vides que tapizan la Ribera del Duero se encuentran en el momento del proceso vegetativo de reposo; desnudas de hojas y parte vegetal y ofreciendo a la vista sus elementos leñosos como son el tronco, los brazos y los pocos sarmientos que aún quedan por podar.

Para que las cepas despertasen del estado de letargo en el que se hallan y empezase a circular la savia en su interior que aceleraría el brotado, sería necesario que la temperatura del suelo aumentase en varios grados, hasta los 10, algo que se antoja bastante difícil, porque, no solo hay que tener en cuenta el apreciable incremento térmico de las horas diurnas, sino también que durante las últimas noches se están produciendo heladas. Y aunque durante esta semana, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, las temperaturas mínimas también suben hasta rondar los 3 grados centígrados, a partir del fin de semana no solo vuelven las heladas a la Ribera, también los registros térmicos máximos descienden hasta en 13 grados para situarse en los 8 grados centígrados.

El director técnico del ente regulador ribereño, Agustín Alonso, explica «que para que la brotación se adelantase sería preciso que estas temperaturas altas durasen de dos a tres semanas», subrayando que si ya «es raro que en Castilla tengamos este calor a primeros de marzo, más raro es que dure hasta bien entrada la primavera».

La brotación en Ribera del Duero suele producirse en torno al 23 de abril, algo que como ya se ha dicho se adelantaría unos días de seguir el calor, aunque el director técnico estima que no cree que esta parte del ciclo vegetativo se produzca este año antes del 18 de abril. De adelantarse incluso podría beneficiar a la planta, pues la variedad ribereñas por excelencia, la tempranillo, necesita de 200 días «libres de heladas, y aquí estamos en 192 días», de ahí el nombre la uva, tempranilla.