Deja un empleo fijo para cumplir su deseo de convertirse en autónoma

Su pasión por la imagen le ha hecho dejar su trabajo fijo de más de 20 años como dependienta para cumplir su sueño de hacer de su afición su profesión. Ella es Mayka Pérez (42), que desde el pasado mes de julio trabaja como fotógrafa freelance. Las bodas, bautizos, comuniones, actos institucionales y empresariales no tienen secretos para ella. Retrata con su cámara los momentos más especiales de acontecimientos sociales y familiares, siempre de forma natural y espontánea.

Su mejor compañía siempre ha sido su cámara. Primero analógica y luego digital. En 1992 hizo su primer curso de revelado en ampliadora en blanco y negro, y desde entonces no ha parado. Se considera una autodidacta. «Me gusta mucho buscar cosas en internet. Siempre estoy investigando para formarme. Esta profesión requiere estar siempre al día», comenta.

Tiene una dilatada carrera profesional, en la que ha tocado muchos palos. Su cara fue durante mucho años una de las habituales en la televisión regional, en la que solía aparecer haciendo programas de humor. También colaboró realizando la foto fija del cortometraje La curva, dirigido por Víctor Barrero y protagonizado por Fernando Cayo. Un trabajo del que se siente realmente orgullosa. Durante dos décadas ha trabajado en unos grandes almacenes y una gran superficie del mismo grupo, hasta que decidió dejarlo todo por cumplir su sueño. «Llegó un momento en el que pensé que tenía que dedicarme a lo que realmente me gustaba. Sabía que era el momento adecuado y opté por dar el paso para emprender por mi cuenta. Era ahora o nunca», indica.

Está encantada con su decisión y con lo bien que está respondiendo la gente. Desde que se dio de alta como autónoma en julio del año pasado, ha hecho un gran número de reportajes de embarazadas, bebés, niños de comunión, bodas, prebodas en los que se ve un gran cariño y pulcritud cuidando cada detalle. Sus reportajes se pueden ver en su página web www.maykaperezfotografía.com, hecha por ella misma. Ahora ha preparado unos folletos para promocionar la campaña de comuniones. «Yo misma los buzonearé, sobre todo en La Flecha y en La Vega, que es donde yo vivo y donde más gente me conoce», expone esta fotógrafa.

Para ser competitiva, Mayka consideró necesario hacer una fuerte inversión en equipamiento. Empleó el dinero de la capitalización de su paro en comprar una buena cámara, objetivos, equipo de iluminación, además de un programa informático. Ahora, además, está acondicionando un piso de un familiar, para utilizarlo como estudio en las fotografías de interior.

A partir de 225 euros sus clientes pueden tener un bonito reportaje que incluye la sesión de fotos y los archivos digitales. «El reportaje de boda cuesta a partir de 1.350 euros, y me adapto a lo que los novios quieran. Puedo ir a casa del novio y de la novia y quedarme hasta el baile», explica.

Con lo que más disfruta es con los niños. «Los pequeños son perfectos para la fotografía. De cada gesto suyo se puede hacer una preciosa instantánea. La edad idónea para hacerles reportajes es de recién nacidos, que suelen estar dormiditos y a partir de los 6 meses, cuando ya son capaces de estar sentados y hacen más cositas. Cuando son más mayores, me gusta fotografiarles mientras juegan, así no están pensando en la cámara», indica.

En contra de la corriente actual, en la que muchos fotógrafos abusan de editores como el Photoshop, Mayka, prefiere no utilizar demasiado esta herramienta. «Con Photoshop matizo pequeños detalles e imperfecciones, pero prefiero que las personas salgan tal y como son. Me gusta la naturalidad y espontaneidad. A veces me piden hacer posados, pero prefiero captar los momentos según van surgiendo», explica.

Su mayor recompensa es la satisfacción de sus clientes. «Es muy gratificante cuando alguien a quien he hecho un reportaje me llama para darme las gracias y decirme que está encantado. Es lo mejor de este trabajo», dice Mayka, quien además, afirma que ha recibido gran ayuda por parte de otros profesionales del sector. «He tenido mucha suerte y me están dando muy buenos consejos», añade esta fotógrafa, a quien en un futuro le gustaría tener su propia galería.