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El acusado de falsificar el pago de un armario sugiere que la responsabilidad es del vendedor

La Fiscalía asegura que los procesados utilizaron una impresora a color para falsificar el justificante del tercer pago

el norte

Miércoles, 28 de enero 2015, 12:29

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Un hombre juzgado este miércoles junto a su exesposa, en ambos casos como supuestos autores de falsificar el recibo de pago del tercer plazo de un armario, ha defendido que abonó el dinero a la empresa a la que encargó el mueble y ha dicho que, si existe alguna falsificación, quizá la hizo el empresario.

El encausado, L.M.G.P., y su exmujer, R.T.V., se han sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Valladolid acusados de falsificar la factura del tercer pago de un armario valorado en 2.500 euros que encargaron a una empresa de la ciudad vallisoletana en 2010 y que, según el fiscal, no llegaron a abonar en su totalidad -faltaron 750 euros del tercer pago-.

El acusado ha asegurado que el armario y su instalación fueron encargados por la que fuera su esposa y ha indicado que desde el primer momento hubo problemas por parte del dueño de la empresa que iba a montar el armario, ya que les propuso una forma «rara« y «peculiar» de pago para que se beneficiasen las dos partes.

Pese a que hubo retrasos en la obra y a que el armario no se instaló como se había encargado, el encausado ha explicado que él mismo abonó el tercer pago de 750 euros en metálico al instalador y que este le entregó un recibo.

L.M.G.P. ha explicado que, fruto de la mala relación que surgió con el dueño de la empresa por las reclamaciones que hicieron como clientes, el empresario les amenazó con destrozarles la vida e incluso con falsificar alguno de los documentos, por lo que ha opinado que, si el recibo es falso, quizá lo elaboró el propietario de la empresa. Además, ha señalado en respuesta a su abogado que el entonces matrimonio no disponía de impresora ni ordenador en el domicilio familiar.

La Fiscalía, que ha pedido 21 meses de prisión y una multa de 3.240 euros para cada uno de los acusados, ha asegurado en sus calificaciones provisionales que los procesados utilizaron una impresora a color para falsificar el justificante del tercer pago.

La acusada, R.T.V., ha manifestado que el primer pago lo entregó ella en metálico, pero a partir del segundo fue su exmarido el que se encargó del asunto porque ella no podía por motivos laborales.

Por el impago del tercer y último plazo, por valor de 750 euros, la empresa demandó civilmente en reclamación de dicha cantidad, y en el curso de ese procedimiento los acusados supuestamente de común acuerdo confeccionaron un documento que simulaba ser el recibo del tercer pago y que se presentó como «genuino a fin de que se estimara probado que habían abonado esa cantidad», según el fiscal.

Fue en el inicio de ese procedimiento civil cuando R.T.V. se enteró de que no se había pagado la última parte, según ha explicado en la vista oral, donde ha asegurado también que ella presentó toda la documentación que le entregó su exmarido. El empresario y el instalador del armario han comparecido en el juicio como testigos y han mantenido que no se realizó el tercer pago del encargo.

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