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Mueren dos vecinos de Portillo intoxicados por la mala combustión de una estufa de leña

Mueren dos vecinos de Portillo intoxicados por la mala combustión de una estufa de leña

La asistenta de la pareja de octogenarios halló los cuerpos sin vida este viernes por la tarde

EL NORTE

Viernes, 19 de diciembre 2014, 18:44

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Un varón de 85 años y una mujer de 84 han fallecido este viernes en la localidad vallisoletana de Portillo intoxicados por monóxido de carbono, debido a la mala combustión de una estufa de leña. Al parecer, el hecho de que el tiro no estuviera muy limpio y que la niebla complica la combustión fueron los detonantes del trágico suceso que se ha cobrado la vida de la pareja de octogenarios.

El siniestro se ha producido antes de las 15:46 horas en un domicilio en la calle Santa María. La asistente que se encargaba de la limpieza y el cuidado de la casa halló los cuerpos sin vida de la pareja ('Gilete' y Carmen) y corrió a avisar a un familiar del suceso.

El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico que se caracteriza porque es inodoro, incoloro e insípido por lo que no puede detectarse con los sentidos. Cuando se produce una combustión, se produce este gas que puede resultar peligroso en espacios cerrados donde hay déficit de oxígeno y puede producrise una intoxicación por su inhalación, explican desde el 112.

«La causa más frecuente de las intoxicaciones es la mala combustión de calderas, calentadores de agua, braseros o estufas de carbón, leña, gas, etcétera; además de los escapes de gas y el humo de un incendio o de chimeneas obstruidas», insisten desde el Servicio de Emergencias.

La intoxicación se produce porque al inhalar el CO pasa a la sangre a través de los pulmones y evita que la hemoglobina trasporte el oxígeno. La gravedad de la intoxicación dependerá de la concentración del monóxido y del tiempo que se haya estado expuesto.

En el caso de que se produzca una intoxicación los síntomas más habituales que puede presentar un paciente son mareos, dolor de cabeza, vómitos, calambres e incluso, desvanecimientos súbitos.

Las autoridades han dado una serie de recomendaciones para evitar este tipo de situaciones:

-Hay que asegurarse de que todos los equipos de calefacción estén instalados correctamente y realizar las revisiones periódicas por parte de un profesional cualificado.

-Cuando los aparatos estén en funcionamiento, verifique que la llama que emiten sea del color adecuado.

-Es importante que todos los aparatos se encuentren en lugares correctamente ventilados y nunca taponar las rejillas y respiraderos de las distintas estancias de la casa, algo que se hace con frecuencia por ejemplo los días que hay mucho viento, lo que propicia la falta de oxígeno necesario para una correcta combustión.

-No se debe cubrir la parte inferior de los hornos de gas pues se bloquea la circulación de aire y se provoca una combustión incompleta que derivaría en cantidades excesivas de monóxido de carbono.

-Es peligroso utilizar equipos portátiles como hornillos, barbacoas, etcétera, que queman combustible dentro de espacios cerrados.

-Se deben revisar las chimeneas y conductos de ventilación antes de comenzar la temporada de frío y después de los episodios de nevadas.

-Los aparatos de calefacción que funcionan con electricidad suponen un riesgo en cuanto a que podrían provocar un incendio, por lo que se recomienda no tener cerca cortinas, ropa de cama, alfombras, etcétera, y no dejarlos enchufados sin supervisión.

-No es conveniente dejar el coche con el motor en marcha dentro de un garaje cerrado.

-También convendría instalar un detector de este gas en las viviendas.

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