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Vadillo y Puente se miden con la mirada antes de comenzar el debate.
Puente y Vadillo exhiben sus armas para ser candidato a la Alcaldía de Valladolid

Puente y Vadillo exhiben sus armas para ser candidato a la Alcaldía de Valladolid

Los dos aspirantes del PSOE se miden en un cara a cara que dejó muchas propuestas

Mar Domínguez

Jueves, 27 de noviembre 2014, 09:17

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La rivalidad pública que les enfrenta, pese a militar en el mismo partido, se escenificó en el primer y único debate en el que ayer se midieron Óscar Puente y Cecilio Vadillo como aspirantes a encabezar la lista del PSOE al Ayuntamiento de Valladolid. Será el domingo cuando los afiliados de la capital decidan con sus votos quién de los dos liderará la candidatura y, en ese dictamen, también influirán las propuestas de gobierno que ambos mostraron ayer en un cara a cara moderado por el periodista José María de Francisco en la sede provincial del partido, ante una veintena de afiliados y durante casi dos horas.

Pregunta incómoda

  • Cecilio Vadillo dijo que era previsible y que se la esperaba, pero le sacó de sus casillas. La pregunta de El Norte sobre cómo vive los problemas de los barrios de Valladolid un candidato que reside en un pueblo (Pedrajas de San Esteban) fue respondida, primero con un reproche por la cuestión «sabía que saldría eso», y luego tiró del manido «tengo casa en Valladolid desde 1982 y estoy empadronado desde hace dos años. Pero en mi etapa de subdelegado acabamos con el narcotráfico en Pajarillos y yo vivía en Pedrajas, así que no fue ningún inconveniente».

Puente reaccionó con lo que más le duele a Vadillo: su conocimiento de los barrios. «Optar a la candidatura es dar la cara por el PSOE en los momentos malos y buenos, y este es un trabajo que no se improvisa, que requiere patear los barrios y conocer la institución. Me presento con honestidad y el aval de mi trabajo». Vadillo no se calló y le espetó que «ese trabajo dio poco resultado en las elecciones de 2011». «Pero los socialistas están pensando en 2015 y quieren elegir al mejor preparado», respondió Puente en un primer intercambio de reproches que se mantendría a lo largo del debate, aunque ambos supieron guardar las formas y el tono.

Puente explicó con soltura sus propuestas en materia de empleo, servicios sociales y urbanismo. Ofreció datos concretos sobre el número de parados de la ciudad, de los que no cobran prestación o de los menores en situación de pobreza, de las alternativas que han planteado en el Ayuntamiento y que el PP con mayoría absoluta ha tumbado o del coste que habría supuesto crear un plan de empleo (11 millones de euros) que habría rebajado la tasa de paro de la capital en el 10% en un año. Vadillo fue más somero y pasó a relatar enunciados de sus proyectos, sin profundizar. Consciente de ello, le afeó que repitiera «lo que ha hecho a lo largo de estos años; es como si yo, que soy profesor, viniera aquí a contar lo que hago en clase».

En un cara a cara abierto a las preguntas de los periodistas una por medio, Vadillo y Puente mostraron discrepancias respecto a la posible pérdida del pulso de la calle. Puente negó que el PSOE no hubiera estado pegado a los vecinos y dio cuenta de las reuniones con colectivos como Parados en Movimiento o las visitas a los barrios. Vadillo reprochó, sin embargo, que los concejales socialistas no fueran referencia en los barrios y se comprometió a ello si gana las primarias y las elecciones municipales.

El debate de guante blanco no tapó la hostilidad entre los contendientes cuando respondieron a qué harán con sus opositores si ganan. Vadillo repitió que en su lista irán los mejores y no considera que Puente dé el perfil, mientras que este fue tan directo como para asegurar que «no es el momento de cambiar de candidato porque ninguno gana unas elecciones a la primera, y menos en esta situación. De todas formas, las listas se harán en febrero, y ahora no toca».

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