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El primer escudo, la mirada

El primer escudo, la mirada

Un taller de autodefensa ofrece este domingo, 23, pistas para hacer frente a agresiones machistas... y no solo físicas

Víctor Vela

Sábado, 22 de noviembre 2014, 12:33

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Imagina un bar cualquiera, una noche más de tantos fines de semana. «Y hay un baboso que no deja de mirarte, que se te acerca, que poco a poco te incomoda o te arrincona». El caso lo expone Laura Tejado, una de las promotoras del curso de autodefensa feminista que este fin de semana tiene lugar por primera vez en Valladolid. «Ha habido otras iniciativas similares, con clases impartidas por agentes de la Policía o de la Guardia Civil, pero que se centran sobre todo en técnicas de artes marciales y de defensa personal ante una agresión física, especialmente en un espacio público», apunta Tejado.Sin embargo, añade, hay muchas más circunstancias en las que una mujer puede sentirse agredida. «Es un curso para aprender a detectar la violencia sexista y actuar frente a ella, con la idea de romper falsos estereotipos sobre la debilidad física de las mujeres», indican las promotoras del curso en Valladolid, Bloque Obrero y el podcast Hacia el Sur en el Atlántico. La actividad tendrá lugar este domingo, en el centro social Vientos del Pueblo (calle Asunción). Las veinte plazas ya están cubiertas y, visto el éxito, las organizadoras quieren dar continuidad a esta actividad.

Pero estábamos en un bar cualquiera, una noche de tantas. «En el curso queremos dar claves sobre cómo reaccionar ante este tipo de situaciones. Si es preferible seguirle bola y quitárselo de encima suavemente, o es mejor darle un empujón, mirarle de forma desafiante», dice Tejado.Quizá cada caso requiera una solución, pero hay ideas clave que tener en cuenta. «Habría que evitar las miradas esquivas y fijarse mucho en nuestra forma de hablar. No es lo mismo decir:Ay, no, por favor, déjame con la voz muy bajita y casi susurrada que dejarlo claro, con la voz firme y palabras concisas. No hay que tener miedo a decir no».

Defienden las instructoras de este taller que este tipo de ideas deberían fijarse ya en la escuela y la familia, «porque el problema no está en las diferencias físicas que pueda haber entre hombres y mujeres, sino en una cuestión de educación». Y eso, apunta Tejado, es algo que se mantiene incluso en las nuevas generaciones.«Sigue el machismo, aunque hayan cambiado las formas». Yhay roles que se siguen manteniendo.«Las chicas jóvenes salen hasta más tarde, parecen tener más libertad, pero a todas en su casa se les transmite una idea de inseguridad y de miedo que no se les da a los hijos:ten cuidado, no hagas esto...».

«En realidad, ante esta situación no hay respuestas válidas o correctas. Así que en el curso queremos, sobre todo, reflexionar sobre cómo ocupamos el espacio público».Y así, explican que ya la forma de andar o de mirar puede otorgarle a una mujer sensación de poder, imagen de seguridad. «Al final, es fundamental la autoestima, la confianza, incluso perder el miedo a pasar vergüenza en situaciones cotidianas». A más autoestima, menos víctimas.

Y sí, además, habrá unas nociones de defensa física. Por ejemplo, cuando alguien te sujeta por las muñecas, basta con tirar hacia uno de mismo de la muñeca que sujeta el agresor y empujarla contra el pulgar del atacante, para que la abra en un acto reflejo. «Son ideas básicas que pueden servir para personas de cualquier edad», indica Tejado, quien impartirá el curso junto con Lolli Schettino. Las dos forman parte del podcast feminista Sangre Fucsia.

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