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Los integrantes del jurado del certamen de poesía de Laguna de Duero, Fermín Herrero, Antonio Piedra, Elena Santiago, Carlos Aganzo y José María Muñoz Quirós.
El valenciano Blas Muñoz gana el certamen de poesía de Laguna

El valenciano Blas Muñoz gana el certamen de poesía de Laguna

El alcalde Luis Minguela anuncia que la cuantía del premio aumentará a 2.000 euros desde el próximo año

jesús nieto

Sábado, 15 de noviembre 2014, 11:56

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«Estoy muy contento porque este premio es uno de los más importantes de España para un solo poema», subrayó el ganador del XLIII Certamen de Poesía de Laguna de Duero, Blas Muñoz, quien se impuso a otros 446 autores con su obra Mientras el sol insiste y me ilumina, una composición que forma parte de un poemario mayor que refleja las reflexiones de un hombre que pasea por el extrarradio de una ciudad a diferentes horas del día. El premio está dotado con 1.400 euros, «aunque para el próximo año la dotación subirá a los 2.000 euros», anunció el alcalde Luis Minguela. El premio al mejor poeta local quedó desierto.

Muñoz, aunque valenciano, tiene raíces castellanas, ya que su madre era de Burgos y entre sus influencias señala a algún maestro castellano, como Claudio Rodríguez. «Tengo influencias clásicas, ya que soy profesor de Latín, pero también de grandes autores nacionales, de la Generación del 27». José María Muñoz Quirós, integrante del jurado, destacó de Blas Muñoz que es un escritor de una enorme capacidad poética, con muchos libros publicados. «Creo que está en un buen momento y es un hombre de una buena trayectoria». Sus últimos siete libros publicados corresponden a poemarios premiados.

El jurado, compuesto por el poeta y director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo, el director de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra, y los escritores y poetas Elena Santiago, José María Muñoz Quirós, y Fermín Herrero, coincidió en que Mientras el sol insiste y me ilumina es una composición muy regular, fundamentalmente en tres aspectos: el ritmo, porque es un poema con endecasílabos blancos muy bien trabados, con un gran dominio del encabalgamiento; la precisión expresiva, con «un lenguaje que, sin ser extremadamente culto, no tiene aspavientos léxicos y tiene una adecuación muy buena entre la expresión y el contenido» y por último, el asunto del poema, que goza de una honda articulación entre el pensamiento y el sentimiento.

El poeta y director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo, señaló que Blas Muñoz es de una generación media en España en la que hay muchos y muy buenos poetas. «No es un poeta consagrado de la vieja escuela, pero tampoco es un poeta joven», apuntó. El jurado destacó la calidad de las obras presentadas con respecto a los años anteriores. «Nos hemos encontrado con unos cinco finalistas de una muy buena calidad. Aunque hemos votado por unanimidad, habría un segundo, tercero e incluso un cuarto libro de bastante calidad y de distintas procedencias», afirmó Aganzo, quien añadió que están detectando un progreso en el nivel de poesía. «La poesía vive un momento pujante, este premio crece y en poco tiempo se situará en un nivel muy interesante», dijo el director de El Norte de Castilla.

El jurado afirmó también que los finalistas se acercaban a la veintena, todos de muy diversas tendencias. Antonio Piedra apuntó que la razón de que se haya registrado un número tan alto de finalistas se debe a que representaban distintas tendencias, distintos lenguajes, diferentes modos de concepción de la poesía con su filosofía, con su estética y su realidad poética.

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