Espectacular accidente sin víctimas en Peñafiel

Un accidente de tráfico a las mismas puertas de Peñafiel entre un automóvil y un tractor, afortunadamente se saldó sin más daños que los que sufrieron ambos vehículos. Con las últimas luces del día de ayer en torno a las 18:30 horas-, el tractor y el coche se dirigían hacia la villa ribereña por la carretera que une esta localidad con el municipio segoviano de Cuéllar, cuando, según explicó el conductor del vehículo agrícola, se vio sorprendido por el otro conductor -un hombre de avanzada edad y natural de la pedanía peñafielense de Aldeayuso- quien lateralmente se le echó encima haciendo que se saliese de la vía.

El agricultor, un vecino de Peñafiel de unos 40 años, se lamentaba del año sufrido por el tractor y el apero de labranza con el que regresaba a casa tras el trabajo realizado en el campo, maquinaria que resultó dañada y la cual, según el hombre, acababa de adquirir por 15.000 euros y ayer mismo la estrenaba.

El tractor quedó fuera de la vía en la cuneta, aunque sobre sus cuatro ruedas, mientras que el turismo quedó inmovilizado en la carretera en sentido contrario de la marcha que llevaba y atravesado diagonalmente en su carril ocupando ligeramente el otro.

El primer servicio de emergencia en llegar a la zona del siniestro fue el agente de la Policía Local que ayer se encontraba de servicio, teniendo que multiplicar esfuerzos ante el intenso tráfico que en esos momentos discurría por esa carretera, a lo cual se añadía la oscuridad de la zona al echarse la noche encima y la posición cruzada del coche siniestrado en la vía, el cual sufría los daños más importantes en el lado del copiloto, en su techo, y en el frontal del mismo lado, desprendiéndose el capó del motor.

El tránsito viario no se vio interrumpido pero sí tuvo que ser regulado por el agente local permitiendo el paso en ambos sentidos de manera intermitente. Algo más de una hora después una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico de Valladolid, y otra del Cuartel de Peñafiel que se encontraba de servicio por la comarca en el momento del accidente, se hicieron cargo de la situación apartando el turismo de la calzada y procediendo a tomar declaración a los implicados en el incidente así como a solicitarles los permisos de conducción y la documentación de los vehículos.

Una gran marcha de aceite y multitud de cristales, así como otros restos de carrocería del coche, quedaron esparcidos por la calzada como señal del suceso.