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Participantes en la marcha contra el cáncer de Valladolid.
La marcha contra el cáncer en Valladolid recauda 65.000 euros para investigación

La marcha contra el cáncer en Valladolid recauda 65.000 euros para investigación

El dinero servirá para financiar un proyecto de investigación sobre el cáncer de piel

Víctor Vela

Lunes, 27 de octubre 2014, 10:45

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¿Gente?¿Que si había gente? Dicen los organizadores que repartieron 16.000 dorsales, pero hubo andarines sin matrícula en la camiseta, así que pongamos unos cuantos más. ¿Gente? Atención a las cifras porque dan vértigo. El primer año sumaron 6.500. El año pasado, algo más de 11.000. Yayer, ya está dicho, se superaron los 16.000. La marcha contra el cáncer parece no haber encontrado techo en Valladolid. ¿Gente? Para que te hagas una idea, a las 11:00 horas se cortó la cinta y salieron corriendo los primeros participantes. Después vendría una comitiva que cubrió los cinco kilómetros del recorrido en patines. Y más atrás, los más tranquilos, quienes quisieron disfrutar de la marcha sin forzar, andando, con el sol inyectando casi 23 grados al mediodía. Pues bien, todavía estaban saliendo participantes cuando llegó el primer corredor, Eduardo Ordax, quien se comió los cinco mil metros en 15 minutos y 51 segundos. Y luego más participantes, y más, y más... Y más.

«Es increíble, ¿verdad?», preguntaba Javier Arroyo, presidente provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) mientras veía pasar la marcha. Cada inscripción, cinco euros.El dinero obtenido después de pagar los gastos de la organización de la carrera se destinará a financiar un proyecto de investigación contra el cáncer que apadrina, de forma exclusiva, la delegación vallisoletana de la AECC.

El proyecto es del barcelonés Pedro Vizán, quien determinará la importancia que tienen las células madre en el cáncer de piel. En total, este estudio recibirá 135.000 euros y casi la mitad del dinero procederá directamente de la marcha de ayer por la mañana. Durante los últimos cinco años, la delegación vallisoletana ha destinado cerca de un millón de euros a proyectos de investigación. Las donaciones, las herencias, las aportaciones de los socios y actos solidarios como el de ayer sirven para obtener este dinero que permite, por ejemplo, mantener ahora vigentes cinco proyectos de investigación financiados desde Valladolid.

Tres de ellos respaldan además con becas predoctorales las aportaciones científicas de jóvenes estudiantes. Teresa Gallego (farmacéutica y bioquímica) trabaja en la relación entre apnea obstructiva del sueño y cáncer. Juan González (biólogo) estudia la relación entre los ácidos grasos y el cáncer colorrectal y Noa Feás (veterinaria) busca nuevos tratamientos para un tipo concreto de cáncer de tiroides. Todos estos trabajos pueden echar a andar gracias a las huellas solidarias que miles de personas dejaron ayer por las calles de Valladolid. La marcha, además, ha tenido un beneficioso efecto colateral. «Nos ha dado visibilidad. Nuestra labor es más conocida en Valladolid», explica el presidente del colectivo, y eso ha hecho que el número de socios de la AECC se haya duplicado en los últimos tres años y ronde ya los cinco mil. «La marcha sirve además para recordar a las personas que tienen cáncer que no están solas. Que estamos a su lado. Y sobre todo, aquellos que tiene más cerca», apunta Pilar Fernández Valderrama, vicepresidenta de la institución.

Más de 16.000 personas salieron a la calle para plantarle cara a una enfermedad que, todos los años, consigna cerca de 14.000 nuevos diagnósticos en Castilla y León. En el apartado concreto del cáncer de mama, quizá uno de los que más repercusión social ha alcanzado, el año pasado se detectaron 300 nuevos casos en la provincia vallisoletana. «Se calcula que en este momento hay cerca de millón y medio de españoles que tienen cáncer. Yla mejor forma que tenemos que combatirlo es a través de la investigación», apunta Arroyo. Hubo quien se tomó la carrera desde un punto de vista competitivo (marcar tiempo), pero la mayoría prefirió hacer el recorrido en un ambiente festivo, celebrando la vida, diciéndoe al cáncer que hay fuerzas, ánimos, voluntad (y también un pellizquito más de dinero)para derrotarlo.

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