La reforma de la mediana del Paseo de Zorrilla se llevará 400.000 euros

Es, con la avenida de la Salamanca, la principal arteria de tráfico entre el norte y sur de la ciudad, además de una de las calles de referencia para los vallisoletanos por su atractivo comercial. El Ayuntamiento de Valladolid ha sacado a licitación la redacción del proyecto para poner al día el Paseo de Zorrilla, en concreto los 4,1 kilómetros de las medianas que separan los canales de circulación en ambas direcciones. El objetivo del equipo de gobierno, que tirará del remanente de Tesorería de 2013 para acometer esta obra (lo que se ha llamado el plan de barrios), es acabar con la «anarquía» de esta infraestructura divisoria que, por tramos, presenta un avanzado estado de deterioro. El presupuesto de la obra alcanza los 400.000 euros, a los que hay que sumar los 12.658 que se destinan a los profesionales que preparen su diseño. Los trabajos comenzarán antes de que finalice el presente año.

Desde la Concejalía de Desarrollo Sostenible, que gestiona Jesús Enríquez, explican que la intervención se realizará con un doble objetivo. Por un lado, garantizar la seguridad de esta infraestructura divisoria tanto para los vehículos como para los viandantes. Por otro, mejorar su estética y uniformizarla. «No queremos deshacer lo que está bien hecho, sino que eso sirva de inspiración para las zonas que presentan un peor aspecto», explica el edil encargado del área.

Así, se busca reformar aquellos tramos que presentan daños de consideración. Bordillos reventados, zonas sin riego o en tierra que deslucen el aspecto de esta avenida o un vallado bajo, que está roto en muchos puntos por el empeño de algunos de cruzar por donde no deben, son algunas de las patologías que han llevado al Consistorio a apostar por esta inversión. Según el primer análisis realizado por los técnicos de este departamento, la intervención más importante se centrará en el tramo que va desde San Ildefonso hasta el puente de Arturo Eyries, con especial atención también a la zona donde se excavó el aparcamiento de residentes. Allí se pretenden eliminar las jardineras y dar continuidad al aspecto del resto del paseo.

Habrá que esperar a que una empresa especializada realice el proyecto, pero en el Ayuntamiento ya barajan algunas posibilidades para que la mediana permanezca impermeable al paso de peatones, una medida que se tomó en 2002 con la instalación de un vallado bajo, que no ha dado el resultado esperado, pero que sí ha logrado, junto con la ubicación de un radar a la altura de la plaza de toros, reducir la siniestralidad, en especial los atropellos. Por eso se está planteando, como alternativas, elevar la altura de esta línea divisoria, colocar un vallado de forja más noble que realce el ajardinamiento de la separación de los dos canales de tráfico, buscar otro tipos de mobiliario de división más atractivos, que cumpla la misma función, o «peraltar» los parterres en algunos puntos.

Lo que sí parece estar decidido de antemano es instalar red de riego en toda su longitud, ya que ahora hay tramos a los que no llega el agua, así como buscar especies vegetales sostenibles que, adornen sí, pero que no requieran tratamientos continuos de poda para ahorrar en mantenimiento y evitar molestias a los automovilistas. Desde la concejalía estiman que el periodo de ejecución de esta operación de cirugía estética podría rondar los dos meses. En ese tiempo no están previstos cortes de tráfico de importancia, ya que la intervención se hará por fases y, en todo caso, se clausuraría un carril para acometer los trabajos dejando libres el resto.

La reforma de las medianas será la tercera obra de envergadura en el Paseo de Zorrilla desde el año 2000. La primera fue la excavación del aparcamiento para residentes la obra comenzó en 2005 y fue inaugurado dos años más tarde y la segunda fue la inversión en 2010 de 1,5 millones para habilitar los carriles-bus de cara a agilizar el tráfico cuando se desmontara el viaducto de Arco de Ladrillo para iniciar el soterramiento, una obra a la que todavía le queda mucho tiempo para ser una realidad.