Borrar
Asistentes a la inauguración de la exposición 'Escaparates'.
Una muestra rinde homenaje a los siete mil comercios e industrias más emblemáticos

Una muestra rinde homenaje a los siete mil comercios e industrias más emblemáticos

Pimentel recorre la evolución del sector en la capital y la provincia desde principios del XIX

Teresa de Lapuerta

Martes, 26 de agosto 2014, 20:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los protagonistas son ellos: los más de siete mil comercios e industrias de Valladolid, estudiados al detalle por Joaquín Díaz y que constituyen no solo el punto de partida, sino el corazón de Escaparates. 200 años de comercio e industria en Valladolid, la muestra que desde ayer se exhibe en la sala de exposiciones del Palacio de Pimentel.

La trayectoria de los profesionales y el devenir de sus establecimientos, compendiados en alrededor de dos cenetanres de documentos y objetos, constituyen un inmejorable recorrido por la evolución comecial y mercantil que capital y provincia han experimentado en los dos últimos siglos.

El objetivo de la Diputación, de la Cámara de Comercio e Industria y del comisario de la exposición, el propio Díaz, es rendir con ella homenaje a un sector, motor de la vida de pueblos y ciudades y responsable de su progreso, que atraviesa por un momento complicado. Mientras que el músico y etnógrafo destacó en la inauguración el «prestigio» y el buen hacer que todos ellos han demostrado a lo largo de los tiempos; el presidente cameral, Carlos Villar, reivindicó nuevas fórmulas para valorar y estimular el comercio vallisoletano y se felicitó por la oportunidad de mirar al pasado para «valorar lo que se ha hecho». Su homólogo en la institución provincial, Jesús Julio Carnero, dedicó la exposición a los once establecimientos que integran la Red de Comercio Rural Mínimo, «herederos de todo esto (...) y que vienen a dar respuesta a la realidad que viven los pueblos pequeños».

Muchas son las anécdotas y curiosidades de esta muestra que, tal y como atestiguó Carnero, «despierta en los visitantes sentimientos nostálgicos» y dice mucho de la provincia en la que hoy vivimos. Los antiguos y nuevos comerciantes, las medidas de peso de los mercados, las normativas, y los esablecimientos más emblemáticos tienen un espacio reservado en una exposición que, por ejemplo, se detiene en curiosidades como la obsesión del Valladolid del siglo XIX por todo lo parisino, desde el can-can al prêt a porter. El Bazar Parisién de Ambrosio Pérez, que durante años se mantuvo en la Plaza Mayor, fue entonces el origen de una saga que se ha convertido en referente de elegancia y distinción. La exposición incluye la caja de música una Thibouville Lamy con la que el patriarca del clan amenizaba las comidas en las que trataba de confraternizar con sus empleados.

Obra inédita de Miguel Delibes

  • Un opúsculo inédito y firmado por Miguel Delibes en 1945, de setenta páginas y anterior en tres años a su primer libro ('La sombra del ciprés es alargada'), forma parte de la exposición 'Escaparates', coordinada por el etnógrafo Joaquín Díaz e inaugurada hoy en la Diputación de Valladolid.

  • 'Investigaciones y reflexiones sobre la naturaleza del contrato de cuenta corriente de corresponsales' es el título de este inédito mecanografiado por un joven Miguel Delibes (1920-2010) a los 25 años de edad, empleado del entonces Banco Castellano y que confeccionó como una tesis o prueba de acceso a la cátedra de Derecho Mercantil de la Escuela de Comercio de Valladolid, que luego desempeñó.

  • No se trata de una obra literaria, sino de una serie de reflexiones recogidas en un trabajo de cátedra que advierte de lo inadecuado de algunas normativas sobre las cuentas corrientes, y donde «ya muestra su interés por el uso correcto de cada término», ha explicado Joaquín Díaz durante la presentación de una exposición que glosa dos siglos de comercio en la provincia vallisoletana.

Pero fue el propio Juaquín Díaz quien seleccionó los cuatro objetos más destacados de la muestra. El primero, una aleluya inédita y desconocida, dibujada por Ricardo Huerta y redactada por Luis Nazario de Gaviria, director de El Norte de Castilla, impresa con motivo de las fiestas de Valladolid de 1880. En sus 24 viñetas se refleja cómo era la feria comercial del último cuarto de siglo, pero también hay irónicas críticas a periodistas de la competencia como Albino de Madrazo o Fernando Díez García, y se muestra la última imagen del alcalde, Miguel Íscar, quien moriría dos meses después.

La caja registradora cedida por el café El Norte, «como símbolo de la Plaza Mayor de la capital y de las de toda la provincia»; el trabajo con el que Miguel Delibes se presentó a las oposiciones de cátedra en la Escuela de Comercio de Valladolid, y el troquel con el que se fabricaban en la Casa de la Moneda de Segovia las medallas de la Virgen de San Lorenzo son otros de los tesoros que se exhiben en el Palacio de Pimentel.

La inauguración contó ayer con la presencia de, entre otras personalidades, el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Jesús Urrea; el poeta y director de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra; el director del Museo de las Ferias, Antonio Sánchez del Barrio; el actor Juan Antonio Quintana; la directora del Museo de Valladolid, Eloisa García de Wattemberg; el escritor Ramón García; el gerente de la Fundación Miguel Delibes, Alfonso León; el director general de la Cámara de Comercio, Roberto García, y la procuradora Angelines Porres, además de varios diputados y alcaldes de la provincia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios